El románico del norte palentino

Iglesia románica de El Salvador. Siglo XII. Localidad de San Salvador de Cantamuda. Montaña Palentina. Románico palentino. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Iglesia románica de El Salvador. Siglo XII. Localidad de San Salvador de Cantamuda. Montaña Palentina. Románico palentino. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Cinco propuestas indispensables en un viaje por el románico del norte de Palencia.

Laberinto románico

Pistas para no perderse en un viaje por el románico montañés de Palencia

Texto, vídeo y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO

Corría el final del siglo XI y el principio del XII. En plena Edad Media cuadrillas de canteros y artesanos andaban los caminos que se iban abriendo más allá de las montañas cántabras, hacia el sur, hacia la semidesierta todavía meseta castellana. Poco a poco los pobladores pioneros habían ido convirtiendo sus provisionales campamentos en núcleos de población perfectamente asentados que comenzaban a prosperar al abrigo de los numerosos valles. El trabajo era abundante para estos artesanos de la piedra capaces de reproducir las tendencias arquitectónicas más vanguardistas. En los valles, en los collados o en los lugares donde el hombre había adorado a sus dioses desde el principio de los tiempos, comenzaban a levantarse pequeñas ermitas y altas espadañas, campanas al viento, construidas para resistir sin problemas el embate de las nieves por los siglos de los siglos.

Recorrer el norte de la provincia de Palencia es adentrarse hoy en una de las más grandes concentraciones de iglesias románicas de toda Europa. No son, desde luego, los mejores ejemplos -aunque sí los hay de notable factura- que podemos admirar en este estilo, pero es tal su diversidad y su particular encanto que saltar de valle en valle es ir recorriendo un largo rosario de pequeños templos repletos de la espiritualidad sencilla y a la vez profunda del pueblo montañés. Arcos, ábsides, canecillos, capiteles y silenciosos pórticos que esperan serenos la llegada de visitantes dispuestos a dejarse enamorar por el olor a verde, el viento fresco y la luz brillante que reflejan. De hecho, tampoco es fácil señalar un único camino a recorrer: cada pueblo tiene y mantiene su templo desde hace, más o menos, 1.000 años. La pobreza y aislamiento en el que durante buena parte de esos 10 siglos han vivido han sido, a la postre, la salvación para muchos de esos pequeños templos. Hay quien dice que si hubiera habido algo más de dinero del que hace falta para vivir con dignidad, el solar de muchos de esos templos estaría ocupado por edificios barrocos o neoclásicos. Es lo que sucedió en otras partes. Cuando los gustos cambiaron, el románico no fue considerado otra cosa que un arte pobre. Desfasado. Humilde. Impropio.

Herrajes de la puerta de la ermita de Santa Eulalia. Barrio de Santa María
Herrajes de la puerta de la ermita de Santa Eulalia. Barrio de Santa María

Pues ¡bendito desfase! Hoy lucen perfectos en su sencillez. Como colocados en el lugar ideal para hablar con Dios. Enmarcados por una naturaleza bella y poderosa, tan capaz de aprisionar la vida en la tierra como de elevarla hasta el regazo del Señor. Por eso no hay un único camino a recorrer: hay tantos como valles se abren entre las montañas, tantos como pueblos, tantos como cada uno quiera trazar a su antojo. Y por eso habrá a quien haga falta un poco de orientación para no perderse en ese laberinto de piedras desnudas y espadañas al viento.  Aquí van, pues, cinco lugares que, en cualquier caso, no habría que pasar por alto. La sensibilidad de cada cual que haga el resto.

01. OLLEROS DE PISUERGA. Es una de las más grandes, hermosas y originales ermitas de rupestres de toda la Península. Es decir, de las excavadas palmo a palmo hacia el corazón de la tierra. En este caso, de una gran roca arenisca a la que fueron vaciando para dejarla como un aguacate sin tito. Dedicada a los santos Justo y Pastorasombra tanto por sus dimensiones como por su antigüedad. Su parte más antigua es la sacristía –del siglo VIII-. Y hay que fijarse en que una de las columnas que separan sus dos naves forma un todo con el resto de la cueva. Las otras dos se añadieron en el siglo XVII. Los orígenes de este eremitorio podrían estar en una cueva o habitáculo natural utilizado ya por el hombre primitivo hace más lunas de las que se puedan contar. Aquello es lo que debieron de encontrar quienes en el siglo VI se pondrían a la tarea de agrandarla y retocarla hasta convertirla en una pequeña iglesia. El hueco de la actual sacristía comenzó a ampliarse poco a poco hasta que en cuatrocientos años de arañar la roca –entre los siglos VIII y XII- alcanzó más o menos las dimensiones y estructura que tiene ahora. Es, por su tamaño y calidad, un ejemplo único en la Península de templo eremítico excavado en roca. Información: tel. 979 122 385.

02. AGUILAR DE CAMPOO. Es una parada imprescindible para quien pretenda bucear en el románico no solo de Palencia, también de toda la Península. Aquí tiene su sede la Fundación Santa María laReal, dedicada en cuerpo y alma a poner de relevancia todo lo que tenga que ver con este arte. Por eso hay que empezar la visita en el monasterio del mismo nombre. Ahí está el centro expositivo Románico y Territorio, una buena forma de tomar contacto con esta forma de hacer y el marco en el que tomó cuerpo. Muy cerca se localiza la iglesia de Santa Cecilia, encantadora construcción de planta rectangular cuya torre del siglo XII pasa por ser una de las más elegantes de toda la provincia y una excepción entre las iglesias románicas de esta zona en las que claramente se prefiere la espadaña antes que la torre como remate de los templos. Pero es famosa, sobre todo, por la riqueza iconográfica de sus capiteles, entre los que se localiza una escena de La matanza de los inocentesque pone los pelos de punta. Información: tel. 979 123 053.

Claustro del monasterio de Santa María la Real. Aguilar de Campoo
Claustro del monasterio de Santa María la Real. Aguilar de Campoo

03. REVILLA DE SANTULLÁN. Es un buen ejemplo de lo que da de sí este arte tan sencillo como emocionante. Pero el templo de San Cornelio y San Cipriano es famoso por dos cosas: una es porque en las arquivoltas que enmarcan la puerta de la fachada sur, repleta de hermosas figuras,  se localiza un autorretrato de su autor: «MICAELIS ME FECI» firmó como si estuviera inventando el muro del Facebook. La otra, son los frescos tardogóticos que adornan el presbiterio y cuyos retazos son una reconstrucción de las pinturas expoliadas a comienzos del siglo XX para ser vendidas al mejor postor en el mercado inglés. Información: tel. 979 123 053.

 Capitel de la portada de la iglesia románica de San Cornelio y San Cipriano. Revilla de Santullán.
Capitel de la portada de la iglesia románica de San Cornelio y San Cipriano. Revilla de Santullán.

 Representación del autor de la iglesia de Revilla de Santullán tallado en la portada de la iglesia románica de San Cornelio y San Cipriano.Localidad de Revilla de Santullán.
Representación del autor de la iglesia de Revilla de Santullán tallado en la portada de la iglesia románica de San Cornelio y San Cipriano.Localidad de Revilla de Santullán.

04. SAN SALVADOR DE CANTAMUDA. Esta iglesia es al románico de la montaña palentina lo que Cervantes al castellano, un lujo y una suerte al que hay que dar las gracias solo por existir. Y no tanto por la calidad de sus tallas, ni por su decoración pictórica, ni siquiera por la antigüedad de sus piedras. Pero sí por una armonía tan fácil de percibir como difícil de poner en entredicho. Plantada junto a las campas que han pervivido, con ella, el paso de los siglos y las nevadas memorables, su estampa montañesa está hecha a la medida de un paisaje tan románico como el bosque de columnillas que sostiene la mesa del altar. Lo mismo que su espadaña luce como un velamen al viento, tan cargada de campanas que parecen cascabeles puestos para que no escape del valle sin que se enteren los vecinos. Y, dados los tiempos que corren, hacen bien en vigilar este tesoro entre tesoros. Información: tel. 979 123 053.

Iglesia románica de El Salvador. Siglo XII. Localidad de San Salvador de Cantamuda. Montaña Palentina. Románico palentino. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Iglesia románica de El Salvador. Siglo XII. Localidad de San Salvador de Cantamuda. Palencia. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
05. MOARVES DE OJEDA. La fachada meridional de su iglesia de San Juan hay que verla, si se puede, al atardecer. Es entonces cuando su roja piedra arenisca se convierte, casi casi, en ascua viva. Dicen los entendidos que en ella plasmaron su sabiduría dos maestros. Y como rivalizando por ver quién de los dos era capaz de un arte más sublime dejaron lo que está a la vista: arriba, un hermoso friso realizado en torno al año 1185 con un Apostolado presidido por la figura del Pantocrátor; y abajo una colección de capiteles de los de mirar con lupa. La colección de los del lado izquierdo está formado por temas de juglaría –bailarinas, músicos, danzantes, Sansón…-. Los del contrario, por acantos, máscaras, soldados o dos lectores que, como quien comparte periódico en un bar, leen el mismo libro. Información: tel. 979 123 053.
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