El paseo por la Senda de los Dos Ríos discurre por el espectacular pasillo que enlaza las riberas del Duratón y el Caslilla, brindando la oportunidad de recorrer el exterior de las murallas de Sepúlveda y de algunas de las siete puertas que en su día la guardaron de los peligros del mundo. Y todo ello mientras se discurre por el fondo de los vertiginosos cantiles que el Duratón –río de conocida destreza en estos menesteres- dibuja a su paso por la localidad.