ASÍ VEO EL MUNDO/fotos de mi archivo
Cuando regreso a casa después de un trabajo nunca recojo el trípode. Nunca se sabe si un día nublado y gris puede acabar brindando la oportunidad de un bello atardecer. [Montaña Palentina al atardecer. Palencia. Castilla y León. España ©Javier Prieto Gallego]
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Si, fue uno de esos «momento únicos».Los atardeceres ejercen un poder de atracción difícil de explicar. Quizás es porque no hay dos iguales. Saludos.
Javier, impresionante ese cielo y esa montaña recortada en negro. Rojos y negros, colores que encajan muy bien. Saludos,