Paseo a pie hasta las calderas del curso alto del río Cambrones, en la Sierra de Guadarrama (Segovia). [Reserva online de alojamientos al final del reportaje]
Vale la pena, y mucho, una paseata de bocadillo y mochila por las orillas de este río bravo hasta alcanzar sus rincones más preciados, las conocidas como Calderas del Cambrones, piscinas naturales de aguas limpias y oscuras remansadas entre las paredes rocosas del tajo que se abre en su descenso a las llanuras.
Nace el Cambrones en el puerto de Malagosto, casi a 2.000 metros de altitud, para emprender un descenso que se alarga durante unos 15 kilómetros hasta verterse en el embalse del Pontón, donde se inicia para este río y otros varios un viaje más cosmopolita y estridente. Lo que distingue al Cambrones de otras corrientes hermanas es su tozudez para abrirse paso a través de un pasillo de granito que ha ido modelando a su gusto, con toboganes, recovecos, balsas y piscinillas conocidas, en su conjunto, como las Calderas, la golosina particular que desde hace más de 100 años los vecinos de La Granja disfrutan como uno de sus rincones preferidos para refrescarse en privado y darse el mismo gustazo que las nutrias cuando saben que nadie mira.
Para un forastero lo más difícil es encontrar el punto de arranque del camino que lleva hasta ellas, el puente de La Princesa, discreto pontón de piedra hasta el que se llega tomando la pista de tierra que se desvía del paseo del Pocillo en una curva muy pronunciada, cerca del polideportivo, en la salida hacia Torrecaballeros.
Dejando ahí el coche, toca caminar unos 500 metros hasta alcanzar unos portillos metálicos abiertos. Es el momento de salirse de la pista de tierra y tomar el sendero que se inicia por la izquierda. Otros 500 metros más adelante se alcanza el río Cambrones, que se vadea por un puente de madera. Del otro lado, lo que toca es pasar una puerta giratoria y emprender la senda ribereña que sigue el cauce río arriba hasta alcanzar el nacimiento de la Cacera Madre, una acequia que lleva parte del caudal hacia otros lares. Desde aquí el camino se separa de la orilla para correr a media ladera, pero en paralelo al cauce. Unos 20 minutos después el sendero atraviesa otra portilla y vuelve a pegarse al río. Tras una marcada curva a la izquierda el Cambrones se encajona mientras el sendero, que se pega cada vez más a su orilla, corre sobre los restos de una antigua calzada. Al final de este tramo el sendero llega a un callejón sin salida en el que es preciso cambiar de orilla, no sin algo de dificultad en caso de agua abundante. Ya por el costado izquierdo, la remontada discurre de nuevo a cierta distancia de la orilla y, a tramos, entre herbazales resbaladizos. Así se arriba a la primera de las pozas, Caldera del Guindo, con un pequeño desahogo de hierba en sus orillas. Aguas arriba, casi seguidas, aguardan las de Enmedio y, encajada entre los peñascos tras una pequeña cascada, la Negra. Pero el rosario de pocillos se prolonga hacia las alturas como una escalera de agua que aspirara a tocar el cielo.
EN MARCHA. El inicio del paseo se localiza en el puente de la Princesa, un desvío del paseo del Pocillo que se prolonga desde la Real Fábrica de Cristales de La Granja hacia la carretera de Torrecaballeros. Se llega por una pista de tierra que arranca en una curva muy pronunciada.
EL PASEO. Sin señalizar y de unos 4,5 kilómetros de ida que vienen a hacerse en una hora larga. El camino es fácil, excepto el tramo final que corre por una ladera muy inclinada y rocosa. Requiere buen calzado y mucha precaución. Los bastones ayudan mucho cuando toca cambiar de orilla.
Tiene que ser precioso el lugar que nos invitas a conocer como las Calderas del Cambrones, lastima que mi discapacidad me impida recorrer dichos lugares, me tengo con conformar ( y me conformo) con tus comentarios y las preciosas fotos.
Gracias Javier por enseñarnos esos lugares preciosos de la naturaleza.
Saludos, Eduardo
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Tiene que ser precioso el lugar que nos invitas a conocer como las Calderas del Cambrones, lastima que mi discapacidad me impida recorrer dichos lugares, me tengo con conformar ( y me conformo) con tus comentarios y las preciosas fotos.
Gracias Javier por enseñarnos esos lugares preciosos de la naturaleza.
Saludos, Eduardo
Me alegro de que te gusten y disfrutes de las propuestas.
Por cierto, ayer publiqué en un reportaje con propuestas “accesibles” en espacios naturales de Castilla y León. No sé si lo has visto:
https://www.siempredepaso.es/rincones-verdes-de-castilla-y-leon-que-pueden-visitarse-en-silla-de-ruedas/
Saludos
Muy intersante , gracias
Un buen sitio para el verano. Saludos.
Muy interesante