Arrancamos el año 2024 echando una breve mirada a los 365 días que dejamos atrás. Siempre está bien hacerlo, tanto si es para darse cuenta de lo vivido como para enderezar el rumbo camino de nuevos horizontes. Es, también, un momento ideal para disfrutar de la cosecha. De los destellos fugaces de vida que captó la cámara y que quedaron atrapados ahí para siempre, en ese álbum de cromos inacabable que es el propio discurrir de cada uno. Aquí van algunos de los cromos que conseguí añadir a mi colección en este 2023. No son las mejores fotos, ni siquiera los mejores momentos -hay muchos más y muchos mejores momentos vividos de los que no quedó rastro en una fotografía-. Pero sí ayudan a repasar y repensar cómo me fue en este 2023.
- El Pozo de los Humos es uno de los saltos de agua más espectaculares de la península ibérica. Y no por la altura de la cascada, que estará entorno a los 50 metros, si no por el volumen de agua que cae en tromba en momentos de lluvia generosa. Así lucía en las primeras semanas de enero. Fue un momento perfecto para apreciar porque recibe ese nombre: tal es la fuerza del agua en su caída que de su base se eleva una nube de agua pulverizada, tal como si se tratara de una columna de humo.
- El embalse de Almendra es una enorme extensión de agua que sirve de frontera entre las provincias de Zamora y Salamanca. Según Wikipedia «constituye la presa más alta y el tercer embalse por capacidad de España, siendo uno de los más extensos». En enero de 2023 la bajada del nivel de agua acumulada ya dejaba ver las lindes de los viejos campos anegados durante su construcción en la década de los 60 del siglo XX. «El de Almendra es el tercer embalse con mayor capacidad de España, después del de La Serena y el de Alcántara, ambos en Extremadura. Se extiende por 8650 hectáreas de superficie por la que discurre el cauce natural del río Tormes a su paso por los arribes. La superficie de la cuenca vertiente es de 7100 km². Posee una capacidad de 2648 hm³ de agua».
- El vuelo del dron a última hora de una tarde del mes de mayo me regaló esta vista serena y cálida del pueblo vallisoletano de Castronuño y la espectacular curva, casi de 90º, que el río Duero hace a su paso. La riqueza natural que albergan sus orillas en este tramo se encuentra protegida bajo la figura de espacio natural, el único de la provincia de Valladolid. La fotografía formó parte del reportaje «Riberas de Castronuño: mucho más que un espacio protegido» que publiqué en el blog de turismo de la Diputación de Valladolid.
- Otro requiebro memorable del mismo río Duero que pasa por Castronuño es el que realiza a los pies de los Colegiata de Toro (Zamora).
- Uno de los reportajes publicados este año en el blog de turismo de la Diputación de Valladolid, «De castillo en castillo por la provincia de Valladolid«, me llevó a fotografiar algunas de sus fortalezas más señeras, algunas por primera vez en mi carrera. Entre los castillos a los que acudí en más de una ocasión en busca de una buena imagen está el castillo de Íscar, que en esta fotografía tomada tras la puesta de sol luce especialmente bello.
- Esta atalaya para la observación de aves nos brindó un bonito amanecer en la playa de Xeraco (Valencia) en la primera semana de septiembre.
- De nuevo el dron me permitió disfrutar de está espectacular vista de un rincón poco conocido de la provincia de Valladolid, los últimos metros del discurrir del río Pirón muy poco antes de sumarse al Cega. Una estupenda imagen para apreciar la densidad de los pinares vallisoletanos en esa zona.
- En alto sobre una «mota», una colina aislada en el paisaje, este torreón es el único restos superviviente del castillo que dominó la población de Mota del Marqués. Fotografía perteneciente al reportaje que realicé para el reportaje sobre los castillos más notables de la provincia de Valladolid.
- La localidad de Urueña aparece a menudo en los medios de comunicación por su proyecto de Villa del Libro. Desde el dron se aprecia también la singularidad de un muralla que casi casi rodea a toda la población. Está considerada la villa medieval mejor conservada de la provincia de Valladolid.
- En el transcurso de la realización del reportaje sobre fortalezas vallisoletanas una tormenta de primavera me sorprendió mientras buscaba fotografiar el castillo de Portillo (Valladolid).
- Valladolid es la provincia con la colección de castillos más extensa de España. También con algunos de sus castillos más bellos. El castillo de Curiel de Duero es el más antiguo de la provincia. Sobre sus restos se llevó a cabo la reconstrucción actual que alberga un alojamiento hotelero.
- El castillo de Peñafiel es, tal vez, el castillo más famoso de la provincia de Valladolid. Pasa por ser una de las mejores representaciones de fortaleza medieval adaptada al terreno sobre el que se alza, un cerro con una amplia visibilidad de todo el entorno. Desde sus almenas se dice que se divisan hasta siete valles. En su interior acoge el exitoso Museo Provincial del Vino dedicado a divulgar la etnografía y enología relacionada con la Ribera del Duero.
- Otra de las formidables fortalezas vallisoletanas que amueblan el paisaje de la provincia es el castillo de Villafuerte, en el valle del río Esgueva, fotografiado en una fría tarde del mes de mayo.
- Otra insólita perspectiva ofrecida por el dron del castillo de Íscar, perfecta para apreciar la planta de este castillo vallisoletano del sur de la provincia.
- El mismo castillo con la localidad a sus pies y, un poco más allá, la inmensidad de los pinares que han condicionado su actividad industrial, muy vinculada a la madera.
- No todo son fortalezas imponentes en la provincia de Valladolid. De este castillo apenas quedan los dos contrafuertes que sujetaban la torre del homenaje, que cayó desmoronada en 1970. Un solitario niño jugaba a sus pies sin importarle la inminencia de la tormenta que se avecinaba, y cuyos truenos ya se oían muy cerca, la tarde en que me acerqué a fotografiarlo.
- No es raro que cada año el Canal de Castilla, una impresionante obra de ingeniería del siglo XVIII pensada para la navegación, se vista al menos en un par de ocasiones con el color puro y blanco de la cencellada. Después de varios días de heladas continuas y nieblas que no dejaban subir la temperatura me acerqué una mañana de febrero para disfrutar del espectáculo. La fotografía se publicó en el reportaje «Rincones del Canal de Castilla en la provincia de Valladolid«, del blog de turismo de la Diputación de Valladolid. También formó parte del calendario Castilla y León es fascinante 2024 para ilustrar el mes de diciembre.
- De vuelta de trabajar en un reportaje sobre el Museo de las Villas Romanas de Almenara-Puras realizado para el blog de turismo de la Diputación de Valladolid, surgió la oportunidad de acercarme hasta esta solitaria torre del telégrafo óptico. Siempre me han llamado la atención estas construcciones, ubicadas en lugares sobresalientes del terreno. Pensado para la transmisión de mensajes mediante señales lumínicas, el telégrafo óptico funcionó apenas una década, a finales del siglo XVIII, hasta la llegada del telégrafo eléctrico. Las torres formaban parte de una cadena en la que, para poder transmitir los mensajes, cada torre debía de tener contacto visual con otras dos, una en cada sentido de la línea. La Torre de Lutero, en concreto, formó parte la línea que unía y transmitía mensajes entre Madrid e Irún.
- El dron ofrece en ocasiones perspectivas geométricas con cierto interés. En este caso, de un palomar ubicado a los pies de la muralla de Urueña.
- Tampoco hace falta elevar mucho el dron para conseguir una imagen que despierte algo la curiosidad. En esta caso se trata del cementerio de uno de los pueblos con menos habitantes de la provincia de Valladolid, Roturas. Ubicado en plena Ribera del Duero vallisoletana, en las últimas décadas a ido cambiando sus campos de cereal por viñedos que, como se ve en la imagen, han acabado por rodear el diminuto cementerio de la localidad.
- El castillo de Cuéllar, cuya mezcla de estilos arquitectónicos se muestra todavía más evidente desde el aire, ofrece esta magnífica estampa al caer la noche. A lo largo de los siglos ha tenido una gran diversidad de funciones, desde residencia habitual de los duques de Alburquerque durante siglos, a palacio de recreo y vacaciones. En 1938 se instaló en él un penal para presos políticos, al que se incorpora después un sanatorio para presos tuberculosos, retomando más tarde su utilización como cárcel que funcionó hasta 1966. En la década de los 70 del siglo XX se transformó para acoger un centro de formación profesional y posteriormente y hasta la actualidad, un centro de educación secundaria obligatoria. Las visitas teatralizadas a su interior que se organizan desde la Oficina de Turismo son altamente recomendables.
- Uno de los parajes más singulares -y para mí más atractivos- de la provincia de Valladolid son los cortados que el río Pisuerga erosionó sobre las laderas arcillosas unos pocos kilómetros antes de alcanzar la localidad de Cabezón de Pisuerga.
- El trabajo para ilustrar un reportaje sobre las numerosas recreaciones históricas que tienen lugar en la provincia de Valladolid cada año, me llevó a pasar una mañana en el interior del castillo de Portillo compartiendo actividades y talleres con la asociación encargada de recrear, con una gran fidelidad, cómo pudo ser la vida en estas fortalezas durante la Edad Media.
- Las Vías Verdes son unas estupendas propuestas de turismo activo para recorrer a pie o en bicicleta los paisajes que hasta hace unas décadas recorrían los trenes por viejas vías ya en desuso. En el mes de mayo me acerqué hasta Villalón de Campos para realizar esta fotografía una de las vías verdes que pueden recorrerse en la provincia de Valladolid. La imagen formó parte del reportaje Todas las Vías Verdes de la provincia de Valladolid, que publiqué en el blog de turismo de la Diputación de Valladolid.
- Urueña desde el aire y desde el interior de sus librerías y museos también aparecieron este año en el blog de turismo de la Diputación de Valladolid formando parte de un completo reportaje sobre todo lo que se puede ver y hacer en esta hermosa localidad vallisoletana.
- Una inusualmente fría tarde de verano dejó en el aire esta bella imagen de la localidad de Riaño (León) vista desde un enorme columpio que, gracias sobre todo a las redes sociales, se ha convertido en una especie de lugar de peregrinación como antaño lo eran las cruces o las ermitas.
- La piedra caliza de Campaspero forma parte de numerosos -y famosos- monumentos, especialmente de la ciudad de Valladolid. Su visita, en esta localidad vallisoletana, ayuda a comprender la importancia que tuvo y tiene en su economía.
- Patrimonio industrial en desuso y abandonado. En este caso, el puente ferroviario de El Carrascal está ubicado en el km 62,981 de la línea de ferrocarril Valladolid-Ariza (actualmente en desuso), en el límite entre los términos municipales de Peñafiel y Bocos de Duero. Conocido como puente de El Carrascal es, como todos los que atraviesan el Duero en la línea Valladolid – Ariza, un puente metálico de vigas roblonadas tipo Pratt (las dos vigas que sostienen el puente se unen por la parte superior formando una especie de galería), con cuatro diagonales suplementarias en los módulos centrales, 61 metros de luz en un solo vano y 6 metros de altura de tablero a cordón superior. Presenta, sin embargo, una característica particular, puesto que es el único de los puentes metálicos de esta línea que está esviado, dada la escasez de espacio para adaptar la plataforma de la vía a las curvas del río Duero en este paraje. Mucha precaución porque cruzar el puente es muy peligroso debido a su altura, a su estado y al viento que lo azota.
- La noche del 30 de agosto estaba anunciada la aparición de una superluna en el firmamento. Yo aproveché para fotografiarla mientras asomaba sobre la iglesia de la localidad de Villabáñez (Valladolid). En pocos meses justo por detrás de la iglesia pasará la autovía del Duero que en esos momentos se está construyendo.
- La estatua del poeta José Zorrilla parece caminar en solitario entre los edificios de Valladolid mientras declama uno de sus poemas.
- A mediados de septiembre, en plena época de vendimia, tuve la fortuna de sobrevolar en globo la Ribera del Duero vallisoletana mientras realizaba un reportaje de empresa para un evento de Carlo Gavazzi organizado por Numba.
- Otro encargo que me deparó una gran satisfacción fue el que realicé a finales de octubre para el especial HOLA! VIAJES de fin de año. El encargo consistió en pasar una jornada acompañando a un grupo mientras realizaban una jornada de avistamiento de lobo ibérico en la Sierra de la Culebra. En la imagen, Javier Talegón, el biólogo que desarrolla esta actividad, mientras imparte un taller con cráneos de lobos y otros carnívoros y herbívoros (zorro, perro, tejón, gato, corzo). La observación de lobos se complementa también con el estudio de indicios de fauna (excrementos, cuernas, huellas, restos de alimentación, etc.) en el entorno habitado por esta especie emblemática de la fauna ibérica.
- De nuevo los Cortados del Pisuerga fueron el lugar escogido para disfrutar de un dramático y frío atardecer de finales de otoño. La imagen formó parte del reportaje dedicado al valle del Pisuerga en la provincia de Valladolid publicado en el blog de turismo de la Diputación de Valladolid.
- Otro de los encargos de este año me llevó a realizar el reportaje fotográfico de la presentación de la feria ARPA TURISMO CULTURAL que tendrá lugar en noviembre de 2024. La jornada se desarrolló por entero en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid. En la imagen, dos de los asistentes al eveno atraviesan una cortina de humo teatral sobre la que se proyectan diversas imágenes.
- Rozando ya el final del año, un paseo por las orillas del Pisuerga en la ciudad de Valladolid me llevó hasta los restos de las aceñas medievales que sirvieron para diversos usos, especialmente moler grano, junto al Puente Mayor.
- Una de mis últimas imágenes del año 2023 es este mojón kilométrico que luce como recién pintado en una acera del Paseo de Isabel la Católica de la ciudad de Valladolid. Lo que hoy es casi una céntrica avenida de la ciudad fue hasta hace no muchas décadas una de las vías de salida de la ciudad que conducía, por el puente Mayor, hacia León, Burgos o Palencia.
