Una de las muchas excursiones a pie que pueden realizarse en el fantástico entorno natural dibujado por los cañones del Ebro es la que recorre, por una y otra orilla, el solitario desfiladero de Los Tornos. Se tiende este pasillo natural, de unos 4 kilómetros de longitud, entre las localidades de Tudanca y Cidad de Ebro, dos alicientes más para estimular a quien desee conjugar en una sola jornada vistas panorámicas inolvidables; observación, al menos, de buitres; ejercicio físico y aire puro; y la visita a dos pequeños pueblecitos asentados en el corazón más espectacular de estos cañones. Además, cuenta también la sensación de transitar por los caminos que desde siempre utilizaron los vecinos de ambas poblaciones para llegarse de la una a la otra.
La marcha arranca de la aldehuela de Tudanca, apartada localidad en la que termina la carretera y las gallinas deambulan a su aire por las calles. Al final del pueblo, donde la hermosa alameda se cierra para dar forma al inicio del desfiladero, tiene también su arranque este paseo. Para ello es preciso utilizar el pontón que da acceso a la vega contraria a la que se asienta el pueblo y continuar por la senda, bien marcada, que continúa río abajo entre una feraz vegetación de ribera.
En el punto en el que el estrechamiento de los cantiles se hace tan evidente que casi no deja sitio para el sendero, y nada más sobrepasar un cartel en el que se indica el periodo de cría de las rapaces para que no se las moleste -entre el 1 de enero de y el 31 de julio-, el camino se despega de la orilla para iniciar un tendido ascenso entre las carrascas que sombrean la ladera del barranco.
Mientras se gana en perspectiva sobre el fondo del cañón, no tarda en alcanzarse el primero de los portillos que habrá que ir superando al tiempo que la senda faldea, hacia arriba y hacia abajo, buscando el mejor paso.
Más adelante, tras un descenso, el camino vuelve a subir para colarse por el interior de un arco natural. Desde él se continúa por la base del farallón, avanzando por un tramo de camino modelado sobre la misma roca. Aquí, habrá que estar atentos para desechar las primeras sendas que descienden abruptamente hacia la orilla. La que se lleva, toda ella señalizada con pintura roja y blanca, como sendero de Gran Recorrido, terminará por bajar hasta la orilla, pero algunos metros más adelante. Es entonces cuando se encuentra con un marcado camino que le llega por la izquierda, procedente del pueblo de Vallejo.
NOTA IMPORTANTE
El recorrido circular del paseo, con principio y final en Tudanca, solo puede realizarse si el puente que une ambas orillas en esta localidad no se encuentra sumergido por las crecidas. Es importante comprobarlo antes de comenzar a andar.
El paseo prosigue, sin atender a este camino, por la orilla del Ebro hasta que la presencia de un viejo molino anuncia la cercanía de Cidad. La propuesta de paseo se completa regresando hasta Tudanca por la orilla contraría, sin pérdida posible gracias a las mencionadas marcas de pintura que también se rastrean en ella.
FICHA TÉCNICA
Dificultad: baja.
Distancia: ida y vuelta, 11 km.
Duración: unas 3 horas
POSADA MOLINO DEL CANTO. Molino del Canto s/n, 09146 Barriolacuesta. Burgos. Casa de piedra rústica situada en el valle de Zamanzas. Tiene vistas al río Ebro y cuenta con conexión Wi-Fi y aparcamiento gratuitos. Alojamiento ecológico especializado en actividades de observación de aves. Resérvalo aquí: http://www.booking.com/hotel/es/posada-molino-del-canto.html?aid=884255.