Tres paseos para disfrutar de sus encantos
© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
A la vista de cómo ha ido evolucionando el control de la enfermedad parece bastante bastante probable que una de las primeras libertades, entre comillas, que vamos a poder recuperar con una cierta tranquilidad va a ser, precisamente, la de realizar paseos por entornos naturales o espacios al aire libre. Una actividad que cuenta con las ventajas de poder realizarse con un buen control de la distancia entre las personas que lo practiquen y que además de mejorar notablemente el tono físico nos va proporcionar un reconfortante chute de aire puro y fresco, una de las cosas que muchos echamos de menos después de tantos días encierro casero.
No cabe duda de que, además, caminar es, precisamente, uno de los ejercicios más saludables y recomendables a cualquier edad. De hecho, esa imposibilidad de caminar de una manera asidua es una de las mayores carencias y que más repercusiones puede tener en la salud después de un periodo de encierro tan prolongado como este que estamos viviendo.
Por esa razón, he pensado que una de las cosas que podemos empezar a realizar ya es ir preparando esa vuelta a la normalidad proponiendo algunos de esos maravillosos senderos que están ahí fuera esperándonos y que tantas ocasiones tenemos bien cerquita de casa.
Otra de las ventajas que tienen muchos de ellos es que nos van a propiciar una excusa perfecta para una pequeña escapada, incluso de ida y vuelta en el día, por ejemplo.
Bueno, pues te puedes imaginar que hay un montón de posibilidades y de alguno de ellos ya hemos hablado aquí en alguna ocasión, aunque quizá venga bien volver a recordarlos.
Una propuesta concreta que yo ya tengo anotada para cuando sea posible, es acercarme hasta la localidad soriana de Calatañazor. Un pueblecito que destaca por el excelente estado de conservación de su arquitectura tradicional y que nos da pie para realizar una serie de paseos todos ellos muy sencillos y a la vez con mucho interés.
01 Calatañazor
El primero de ellos puede consistir en darnos un paseo por la propia localidad de Calatañazor, una de las villas medievales con mejor estampa de la provincia de Soria. El garbeo por sus calles nos va a parecer como un viaje en el tiempo que enseguida nos va a traer a la memoria esa famosa cita que dice que “En Calatañazor perdió Almanzor su tambor”. Y que, al parecer, tiene su origen en una batalla acaecida en el llamado Valle de la Sangre, que es el valle que se contempla precisamente desde las almenas del castillo de Calatañazor. Se cuenta que cuando el caudillo regresaba con sus ejércitos de disputar una batalla anterior fue sorprendido ahí en una emboscada y herido de muerte por una flecha enemiga.
Así que en Calatañazor tendría lugar, precisamente, la última de sus batallas ya que tras una agónica retirada, Almanzor muere tres días más tarde, si bien la comitiva fúnebre trasladó después su cadáver hasta Medinaceli, importantísima plaza del momento, donde debió de ser enterrado en algún lugar hoy desconocido.
Como digo, pisar el empedrado de sus calles es como discurrir por un escenario medieval en el que destacan las puertas de cuarterón adornadas con herrajes trabajados, las fachadas de piedra y adobes con encestados de ramas y revestimientos de barro, las típicas chimeneas cónicas hechas de teja propias de las comarcas pinariegas o los viejos soportales de la calle Real sujetos con pilastras de sabina. De hecho, un escenario tan de película que ya lo utilizó Orson Welles para rodar “Campanadas a media noche” en 1965.
02 El Sabinar
Después de este pequeño prólogo lo que podemos hacer es acercarnos andando hasta el cercano “Sabinar de Calatañazor”, una de las joyas del patrimonio natural de Castilla y León.
El “Sabinar de Calatañazor” es un pequeño bosquete formado por ejemplares de esta especie arbórea pero que resulta excepcional por dos razones. La primera es el tamaño y la edad de muchos de sus ejemplares y la segunda es la densidad, completamente anormal para formaciones de esta especie, de ejemplares que encontramos en este sabinar.
Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una especie que se caracteriza, precisamente, por un crecimiento muy lento y una gran resistencia ante las adversidades ambientales. Así que aquí nos vamos a quedar de piedra al descubrir ejemplares a los que se echa entre 200 y 400 años de edad, con envergaduras de hasta 20 metros de altura y 8 de diámetro en el tronco. Y respecto a la segunda cuestión hay que señalar que el de Calatañazor está considerado como el sabinar de mayor densidad del mundo.
Es, desde luego, un lugar hasta el que merece la pena acercarse. Pero, ¿cómo llegamos hasta él?
Pues desde Calatañazor es tan fácil como realizar los tres primeros kilómetros del sendero señalizado como “PR-O-3. La Ruta de las Sabinas”. Es un tramo muy cortito y sencillo que discurre por caminos en paralelo a la carretera que se dirige hacia Muriel.
MÁS INFORMACIÓN. Esta propuesta anima a recorrer los tres primeros kilómetros de la conocida como Ruta de las Sabinas, el sendero señalizado PR-O-3, entre Calatañazor y el Sabinar de Calatañazor. Sin desnivel apreciable puede recorrerse en unos 30 minutos. Perfecto para hacer con niños.
Descarga en Wikiloc el track para el GPS
03 La Fuentona
Y una vez visitado el sabinar, mi tercera recomendación para aprovechar la jornada en esta zona sería acercarnos hasta la Casa del Parque del Sabinar y la Fuentona y, después de visitarla, comenzar ahí el sendero que conduce hasta el ojo azul de la Fuentona de Muriel. Un paseo supersencillo, de apenas dos kilómetros, que incluso está acondicionado en una buena parte de su recorrido con una serie de pasarelas de madera y un camino de tierra compactada que permiten recorrerlo en silla de ruedas o carritos de niño.
Este camino nos va a llevar hasta un pequeño lago de color turquesa que es el nacimiento del río Abión pero que también es una de las surgencias kársticas más profundas de la Península Ibérica. De hecho, desde hace 25 años se ha convertido en un reto que los espeleobuceadores intentan batir una y otra vez utilizando para ello las técnicas más avanzadas. Aún así, y a pesar de que en el año 2002, un equipo de profesionales confirmó profundidades superiores a los 100 m, la exploración total de la cueva aún no se ha llevado a cabo.
MÁS INFORMACIÓN. Reserva Natural ‘Sabinar de Calatañazor’. Palacio deSanta Coloma. Muriel de la Fuente. Tel.: 975 188 162.
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