© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
De la tradición belenística napolitana, que alcanza su momento cumbre en el siglo XVIII, ofrece un bellísimo ejemplo el Museo Nacional de Escultura a través de un Nacimiento compuesto por 620 figuras reunidas a lo largo de los años por la familia García de Castro. La verosimilitud de las escenas, ambientación y virtuosismo que componen este conjunto de pequeñas piezas es digna de todo el asombro y atención.


Lo que no se conoce demasiado es que se trata del mayor belén napolitano de España y uno de los más notables de Europa. Y, en cualquiera de los casos, es una de esas recomendaciones que deben hacerse a quien visite Valladolid y decida acercarse hasta el Museo Nacional de Escultura. La colección se encuentra ubicada en el Palacio de Villena, frente al Colegio de San Gregorio, que es donde reside la colección principal. También es, por supuesto, una de las recomendaciones para quien busque algo interesante que hacer con niños. El montaje, que ocupa un espacio de 162 metros cuadrados, es permanente y puede visitarse en el mismo horario que el museo a lo largo de todo el año.

El diorama, que invita a una contemplación tan detallada como el trabajo de los artesanos que realizaron cada una de sus figuras, muestra la agitada vida de las calles de Nápoles a través de la presencia en ellas de todos los estratos sociales. Picaros, vendedores ambulantes, aristócratas, músicos callejeros, artesanos, niños, pobres y ricos se mezclan en una animada coreografía a la que no le falta detalle. Incluyendo, por supuesto, los personajes propios del relato de la Natividad -reyes, pastores, animales…-.


Y todo ello realizado con un realismo que deja perplejo. De hecho, el auge del belenismo en el siglo XVIII tiene que ver con la competición emprendida por los nobles para conseguir los montajes más realistas y espectaculares. Algo para lo que no se reparaba en gastos. Ni aunque hubiera para ello que contar con los mejores artistas del momento. Y eso se nota en la calidad, no solo de las piezas, sino de ropajes, adornos, joyas, indumentaria y atrezo que envuelve y ambienta la acción. Impacta de igual manera la habilidad con que aparecen trabajadas las miniaturas: instrumentos musicales, vajillas, herramientas o las mercancías expuestas por los mercaderes hacen gala de un enorme virtuosismo. Algo que, por otro lado, habla de la especialización de muchos artesanos de la época en este tipo de trabajos que conllevó el auge del belenismo.

En aras a conseguir ese realismo impactante, las piezas se realizaban con terracota, consiguiendo rostros con personalidad y una gran expresividad, mientras que la estructura del cuerpo se trabajaba con alambre para conseguir figuras articuladas que pudieran adaptarse a las situaciones escenográficas necesarias. Las extremidades están hechas con piezas de madera. También los ropajes se trabajan de manera individualizada, a escala de los modelos auténticos, incluyendo en aquellas prendas pertenecientes a las clases sociales más ricas incluso joyas. Una evidencia de este realismo es que muchos de los personajes visten ropa interior debajo de la ropa que contempla el espectador.

DÓNDE. Palacio de Villena, Museo Nacional de Escultura de Valladolid. CUÁNDO. Todo el año. HORARIO. Martes-sábado, 11-14 h. y 16,30-19,30 h. Domingos y festivos, 11-14 h.
Lo he pasado muy bien siguiendo (por escrito) el viaje de la ruta de los dinosaurios.
Es muy interesante y curioso.
Y lo explica de una manera muuuy amena que provoca ganas de irse hasta allí.
Muchas gracias por sus reportajes.
Un abrazo,
Manoli E.H.
Muchas gracias, Manoli. Me alegro mucho. El reportaje está en este enlace: https://siempredepaso.es/como-hacer-ruta-de-los-dinosaurios-en-autocaravana-soria-y-la-rioja