PEREGRINOS DEL VIENTO
© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
A sus gestores les gusta decir que la Ruta de las Aves –Birdflyway en su denominación internacional- es como un Camino de Santiago pero de aves. Y, sin duda, algo de eso tiene. En realidad se trata de seguir los pasos de dos especies migratorias, el ánsar común y el águila pescadora, en sus vuelos de ida y vuelta a través de Europa. En este caso, no hay indulgencia que valga pero el enriquecimiento personal que supone esta peregrinación de aves y naturaleza no tiene precio.
La idea, una iniciativa turística impulsada por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, se basa en un cuento que todos los niños suecos se conocen al dedillo, «El maravilloso viaje de Nils Holgersson«. La obra fue escrita entre 1906 y 1907 por la autora sueca Selma Lagerlöf -la primera mujer en obtener el Premio Nobel de Literatura, en 1909- como un encargo del gobierno de su país para enseñar de una manera divertida a los niños en las escuelas la geografía y peculiaridades de todas las regiones de Suecia. En el relato, un niño travieso acaba convertido en duende para, enganchado al cuello de uno de los gansos de su granja, realizar el largo viaje que le llevará de región en región. Un viaje de aprendizaje entre animales al final del cual será más sabio y mejor persona.
Por suerte, para seguir la Ruta de las Aves no es necesario ni convertirse en duende ni subirse al cuello de ningún pájaro, basta ponerse en contacto con alguno de los centros de interpretación que forman parte de la ruta y adquirir el carné que habrá que ir sellando a medida que se superen las distintas etapas y pruebas. Porque lo que sí que hay que hacer es afrontar los sencillos retos que se han establecido en cada uno de los puntos de sellado, de manera que pueda acreditarse el paso por los diferentes espacios naturales incluidos en la ruta. El orden en el que hacerlo o el tiempo que se quiera dedicar a realizar el periplo completo es cosa de cada cual.
El ánsar común y el águila pescadora tienen su zona de reproducción en el norte de Europa, a donde acuden en cuanto el tiempo es allí mínimamente soportable. En cuanto este empeora comienzan el largo viaje migratorio que les lleva a atravesarse media Europa. El ánsar común llega desde Finlandia buscando los inviernos suaves de los humedales españoles, desde Urdaibai a las Marismas de Doñana pasando por los humedales de la Meseta Central castellana de las provincias de Palencia y Ávila. El águila pescadora alarga su vuelo migratorio desde las Tierras Altas de Escocia hasta los cálidos horizontes de la costa occidental africana.
Por eso, seguir el rastro de estas dos especies a ras de suelo es ir hilvanando un reguero de impresionantes espacios naturales del Reino Unido, Holanda, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Alemania, Bélgica, Francia, Portugal y España. En total, están previstas 16 etapas que algunos querrán hacer de una tacada -hay auténticos forofos del birdwatching- y otros a lo largo de toda una vida. Lo importante, según sus impulsores, es que cada cual escoja su propio ritmo. No es una competición, tan solo una excusa más para hacer la mochila, coger los prismáticos y tener una serie de lugares concretos, comprometidos ya con esta iniciativa de acercamiento al medio natural, a los que dirigirse.
Tampoco hace falta ser un experto ornitólogo, basta con un mínimo interés por conocer más de cerca las especies animales y lo espacios naturales en las que habitan. De hecho, la ruta está planteada como un gran viaje lúdico, apto para todas las edades y niveles de conocimiento. Y para motivarla, además de una extensa documentación en la Red –www.birdflyway.com-, tiene incluso una novela propia «Birdflay. Un viaje en familia por la ruta de las aves», del escritor Antonio Sandoval, en la que se narra el periplo viajero de una familia amante de la naturaleza y las experiencias relacionadas con este viaje.
BirdFlyway. Un viaje en familia por «La ruta de las aves»
Esta novela es una estupenda forma de entrar en contacto con la BirdFlyway, una de las rutas más extraordinarias de Europa, recorrida cada otoño y primavera por millones de aves migratorias. Acompañados por un guía muy especial, los miembros de la familia protagonista de esta novela no sólo atraviesan sus hermosos espacios naturales, llenos de vida y de historia. También aprenden a reconocerse, de una manera divertida e inesperada, en los paisajes y las aves que van encontrando. Podéis descargar aquí el primer capítulo.
Por eso los «retos» a superar se proponen como un pequeño juego que básicamente consiste en aportar fotografías en las que se vea que los participantes, efectivamente, han pasado por los lugares propuestos.
En Castilla y León este vuelo de humedal en humedal se detiene en el espacio natural de La Nava, en la provincia de Palencia, y el humedal del Oso, en la de Ávila.
La laguna de La Nava, junto con otros humedales esteparios como el de Boada, Pedraza, la Güera o El Hoyo, se encuentran incluidos en la Zona de Especial Protección para las Aves La Nava-Campos, con 94.146 hectáreas de extensión. Entre todas ellas forman un importante complejo de lagunas esteparias escogido por más de 20.000 ánsares todos los inviernos. La Laguna de la Nava, con una extensión de 307 hectáreas, es el núcleo de todo este entorno y uno de los principales centros ornitológicos de la península. Entre sus orillas pueden localizarse cerca de 250 especies de aves, casi el 45% de todas las especies orníticas identificadas en la Península. Y ese es otro de los valores que los impulsores de la ruta apuntan: seguir el vuelo de los ánsares es solo un «gancho» para que quienes peregrinen tras ellos entren en contacto también con las otras especies con las que cohabitan en cada uno de los espacios en los que hacen parada.
Los retos
Quienes se deciden por cubrir esta etapa de la ruta, en plena Tierra de Campos, tienen por delante seis retos propuestos de los que deberán superar al menos cuatro: visitar la Casa del Parque de la laguna de la Nava – Fuentes de Nava; visitar la laguna de La Nava desde el observatorio de aves “La Colada”; disfrutar de la observación de aves esteparias desde la ermita del Santo Cristo de Acebes, en Guaza de Campos; visitar la laguna de Boada desde el observatorio de aves “Los Ánsares”, en Boada de Campos; visitar la villa de Paredes de Nava y la escultura de Jorge Manrique, en Paredes de Nava y visitar la esclusa del Canal de Castilla en Abarca de Campos. Para demostrar que se ha pasado por al menos cuatro de estos lugares basta mostrar una fotografía en el punto de sellado que, en este caso, es la propia casa del espacio natural, ubicada en la localidad de Fuentes de Nava. Dado que los horarios y periodos de apertura de los diferentes centros de interpretación varían mucho de unos periodos del año a otros, siempre es una buena recomendación comenzar localizando la información correspondiente a cada uno de ellos a través de la página web de la propia ruta. Para el caso en el que acudamos al punto de sellado en un momento en el que estos no se encuentren abiertos, está incluso previsto que pueda hacerse en algún otro establecimiento comercial dentro de la ruta -bares, tiendas…- con horarios más amplios, tal y como se informa a través de la web.
La Laguna del Oso es la otra etapa de la ruta en Castilla y León. Este pequeño humedal ha venido recuperándose en las últimas décadas hasta convertirse en el lugar escogido para sus invernadas por más de un millar de ánsares y otro millar de grullas, además de otras aves esteparias como la ortega y las calandrias. Un protagonismo que comparten con la principal estrella de este espacio, el águila imperial, con varias parejas reproductoras en La Moraña.
Mucho más al sur, el Parque Nacional de Doñana, atesora, con sus 108.086 hectáreas de extensión, la zona húmeda más importante de España y una de las más importantes de Europa. Además de la marisma, el espacio cuenta con una variedad de ecosistemas que incluyen decenas de kilómetros de playas vírgenes, pinares, formaciones arbustivas de monte blanco y monte negro, zonas adehesadas de bosque mediterráneo o cultivos agrícolas y una gran variedad de especies de aves que incluyen flamencos, calamones, moritos, águilas imperiales, y miles de ejemplares de anátidas, limícolas, garzas y gaviotas alimentándose en la marisma o los arrozales.
Al norte, el cuarto de los espacios naturales españoles incluidos es la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en el estuario de la ría de Guernica, uno de los humedales costeros más importantes de la costa Cantábrica. También en la Península, pero en territorio portugués, forma parte de la ruta la Reserva Natural del Estuario del Tajo, el más importante de los humedales portugueses, que recibe cada año la visita de más 120.000 aves.
INFORMACIÓN. La Ruta de las Aves es un proyecto turístico impulsado por Urdaibai Bird Center (Sociedad de Ciencias Aranzadi). Web: birdcenter.org. Tel: 94 625 11 57.
WEB del proyecto: birdflyway.com.
ESPACIOS NATURALES INCLUIDOS EN LA RUTA: Reserva de la Biosfera de Urdaibai (Bizkaia, España); Espacio Natural de Doñana (Cádiz-Huelva-Sevilla, España); Laguna de La Nava (Palencia, España); Laguna de El Oso (Ávila, España); Parque Nacional De Biesbosch (Holanda); Reserva Natural del Estuario del Tajo (Santarém, Portugal); Reserva natural de Caerlaverock (Dumfriesshire, Escocia); Reserva natural de Rutland Water (Reino Unido); Reserva Natural de Loch Garten (Escocia); Reserva Natural Cors Dyfi (Wales); Liminka Bay (Finlandia); Lago Tåkern (Glänås, Suecia). PRÓXIMAMENTE: Reserva Natural de Getterön (Suecia); Reserva Ornitológica de Le Teich (Francia); Reserva Natural de Zwin (Bélgica).
Interesante articulo . Aprendo algo con cada sito web todos los días. Siempre es estimulante poder devorar el contenido de otros escritores. Osaría usar algo de tu post en mi blog, naturalmente dejare un enlace , si me lo permites. Gracias por compartir.
Pues… si eres tan amble, me gustaría conocer tu nombre y saber cuál es tu blog. Muchas gracias por tu interés.
En cada nuevo articulo te superas , enhorabuena, sigue asi
¡Qué bien que te haya gustado! Me alegro mucho. Muchas gracias.