Un paseo en torno a Maderuelo (Segovia)

Maderuelo se alza sobre una loma rocosa junto al embalse de Linares del Arroyo. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;
Maderuelo se alza sobre una loma rocosa junto al embalse de Linares del Arroyo. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;
Maderuelo es una de las localidades amuralladas más bellas de Segovia. Cuenta, además, con el encanto de ver su perfil reflejado sobre las aguas del embalse de Linares, al que se asoma como si en vez de pueblo fuera un buque de piedra eternamente varado en su orilla. En este reportaje te cuento, además, que es un pueblo en el que acostumbran a suceder milagros y te invito a recorrer el sendero señalizado que bordea las orillas del embalse. Recuerda que reservar tus alojamientos a través de SIEMPRE DE PASO me ayuda a generar contenidos gratuitos para que los disfrutes.

 

Entre la popa y la proa

Un pueblo amurallado, templarios, tesoros escondidos y un largo paseo por las orillas del embalse de Linares

© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO

 

Maderuelo no es un transatlántico pero podría serlo. Tanto por sus dimensiones como por la estampa que refleja sobre las aguas del embalse –ahora lleno- de Linares, en el corazón semiárido de la Serrezuela segoviana. De una punta a la otra ronda los 500 metros y el mayor buque del mundo anda por los 458. Y aunque pudiera parecer un milagro fuera de lugar que un pueblo de piedra flotara, a los de Maderuelo seguro que les parecería de lo más normal: así de acostumbrados están a los milagros.

La puerta del Arco se abre a la plaza de San Miguel, presidida por la ermita románica del mismo nombre. Maderuelo. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;
La puerta del Arco se abre a la plaza de San Miguel, presidida por la ermita románica del mismo nombre. Maderuelo. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;

La lista de las cosas asombrosas acaecidas en el pueblo comienza con una lluvia de piedras. Corría el año 1438 y el rey Juan II, que se encontraba en Roa, oyó hablar de lo acontecido en la localidad y que iba de boca en boca como si fuera cosa de brujería, “la cual fue que veían las gentes venir por el aire piedras muy grandes, como de toba, livianas, que no pesaban más que una pluma, y aunque daban a algunos en la cabeza no hacían daño ninguno”.

Por si fuera alucinación colectiva o embrujo, el rey envió a Juan Ruiz de Ágreda, Bachiller de su Corte, a certificar el hecho, cosa que hizo ante el propio monarca presentándole además algunas de aquellas piedras caídas del cielo, fofas e inocuas como pelotas de poliespán. Primer milagro.

Detalle de una fachada en el casco urbano de Maderuelo. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;
Detalle de una fachada en el casco urbano de Maderuelo. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;

El segundo de los hechos portentosos que acumula la historia de Maderuelo tiene que ver con la ermita de la Vera Cruz, templo románico que se salvó -de milagro- de morir ahogado por las aguas del embalse que en 1952 inundó lo que hasta entonces había sido un valle fértil y sombreado. Pero el milagro de verdad había ocurrido en tiempos de las Cruzadas cuando el Maestre de la Orden del Temple se encontraba preso del rey de Alejandría y en mitad de un rifirrafe por “un trae para acá ese lignum crucis que te voy a enseñar yo cuál es la fe verdadera” el maestre se convirtió en humo para aparecer de repente en mitad de esa ermita con el lignum crucis en una mano, un cáliz de oro en la otra y los tres soldados musulmanes que le agarraban mirando a los templarios que oraban en ese momento en la ermita como si a Alá se le hubiera ido el asunto de las manos. Segundo milagro.

Dada la calidad del prodigio –y puede que la pereza de tener que volver andando a sus casas-, a los tres musulmanes no les costó mucho convertirse al cristianismo. Y dado el privilegio de tener en el pueblo un trozo de la cruz de Cristo, el lignum crucis fue venerado en la ermita hasta que se le perdió la pista. A los que no se les ha perdido la pista es a los frescos –osea, pinturas murales- que adornaban el interior de ese discreto templo y que, ante el peligro de poder perecer bajo las aguas del embalse, fueron arrancadas de las paredes para ser exhibidas en el Museo del Prado. También tiene algo de milagroso que uno de los frescos más valiosos y hermosos del la Baja Edad Media peninsular se exhiban en la capital de España.

La puerta del Arco es uno de los restos más visibles de la muralla que rodeó la localidad de Maderuelo. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;
La puerta del Arco es uno de los restos más visibles de la muralla que rodeó la localidad de Maderuelo. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;

Otro hecho portentoso que atrae más turistas que Mickey en Eurodisney es la aparición –esta vez casual- de la momia de una moza en la iglesia de Santa María mientras se realizaban unas reformas. Fue al mover una loseta cuando apareció el cuerpo incorrupto de una moza rubia en la capilla de los Chávez con visos de llevar allí más de 500 primaveras, pero tal cual: vestidita como para ir de boda, limpia, arreglada y como dormida. Hoy se ve –sin nada de aquel glamour- tras los cristales de una urna puesta por los vecinos para evitar la rapiña del tropel de curiosos que por dejarla casi la dejan hasta sin huesos. Tercer milagro.

Y suma sigue, porque en Maderuelo se habla de túneles portentosos que corren por debajo de la población, en alguno de cuyos rincones secretos se hallaría el valioso tesoro nunca encontrado de don Álvaro de Luna, señor de la villa en el siglo XV. Como portentoso es que cada año a finales de agosto los cables de la luz que corren de fachada en fachada desaparezcan como por arte de magia y el pueblo se llene de armaduras, antorchas, espadas, cotas de malla, cascos, catapultas, soldados y demás parafernalia mientras celebra el ya tradicional “Maderuelo siglo XII”. Por eso, si Maderuelo se echara a navegar sobre las aguas del embalse, es posible que muchos lo vieran como si tal cosa.

El caso es que un paseo por las calles de este hermoso pueblo encastillado no necesita de plano. Y mucho menos de coche. Apenas son dos las calles que lo circundan, casi como caminos de ronda, y a ambas se entra y se sale por la puerta del Arco de la Villa, una de las dos supervivientes de las cuatro que tuvo el recinto amurallado. Ahí, nada más pasarla, se abre uno de los pocos desahogos que se permite este barco de piedra entre la popa y la proa, la plaza de San Miguel, presidida por la ermita románica del mismo nombre. Si se sigue por la calle de la derecha se alcanza en unos metros la plaza del Baile, antiguo coso para mercados. Frente a la oficina de turismo queda el Ayuntamiento con el edificio que sirvió para encarcelar a los reos del medievo.

Y eso queda al lado de la plaza que preside la iglesia de Santa María. La amalgama de los siglos ha dejado ciegos en distintas partes arcos de ladrillo mozárabes para hablar de su posible origen como mezquita. Con vistas al pantano en distintos asomaderos –y a los restos del puente románico que emerge cual submarino cuando las aguas merman- el paseo se dilata hasta la otra punta del casco –urbano-, donde hacen equilibrios los restos de un torreón del castillo. La vuelta por la otra calle bordea la antigua judería y la puerta del Barrio.

Embalse de Linares. Parque Natural Hoces del Riaza. Maderuelo. Río Riaza. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;
Embalse de Linares. Parque Natural Hoces del Riaza. Maderuelo. Río Riaza. Segovia.Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;

UN PASEO EN TORNO A MADERUELO

Quien se quede con ganas de marcha puede apuntarse al paseo señalizado de trazado circular que corre por la orilla izquierda del embalse de Linares. Como sucede a menudo, lo difícil es dar con el inicio. Este se intuye en un camino que nace junto a la carretera que bordea el espigón sobre el que se alza Maderuelo. El camino, cercano a una parada de autobús, baja hacia el arroyo de San Andrés. Antes de cruzarlo queda el aparcamiento y el panel informativo. Después, el paseo se lanza hacia la derecha buscando la desembocadura del arroyo en el embalse por un camino bien asentado para las sillas con ruedas y que alcanza en 1 kilómetro una zona con bancos, mesas y agua potable frente a las aguas del embalse y el perfil encastillado de Maderuelo.

Desde ese lugar la senda, pespunteada con balizas blancas y amarillas se adentra por los pliegues secretos del embalse rastreando primero sus orillas para regresar después al punto de partida.

Estación de Maderuelo. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;
Estación de Maderuelo. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego;

EN MARCHA. A Maderuelo, en el noreste segoviano, se puede llegar desde Ayllón o desde Aranda de Duero por la CL-114.
MADERUELO. Teléfono del Ayuntamiento 921 55 61 10.
EL PASEO. Desde Maderuelo puede realizarse un paseo circular que recorre las orillas del embalse de Linares del Arroyo. Está señalizado como PRC-SG-10. Tiene un desarrollo de 4 kilómetros con apenas desnivel y puede recorrerse en 1 h. 15´. Está señalizado por el parque natural Hoces del Riaza. Información: Casa del Parque, tel. 921 53 23 17. Web: www.patrimonionatural.org.

Recorrido del PRC-SG-10 en torno a Maderuelo.
Recorrido del PRC-SG-10 en torno a Maderuelo.

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