Caminos de amor y duelo
Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
Felipe el Hermoso, esposo de la reina Juana, acaba de ser jurado soberano de Castilla por las Cortes reunidas en Valladolid cuando encontró la muerte en Burgos. Tan repentina, fulminante y enigmática que su estela sumió en un continuo delirio los desvelos de la reina Juana, la Loca.
El caso es que, ahogada por una pena tan profunda como inconsolable, recordando de repente el deseo de su esposo de ser enterrado en Granada mandó exhumar de la Cartuja de Miraflores el cadáver de su amado Felipe el Hermoso, y embalsamarlo. Sin encomendarse ni a dios ni al diablo, esquivando los zarpazos de la peste que ya asolaba la meseta y en avanzado estado de gestación se decidió a arrancar un escalofriante recorrido sin rumbo fijo ni prefijado, al albur de sus impulsos atormentados, dibujando sobre el terreno uno de los más extraños viajes que se han vivido por las parameras castellanas. Celosa hasta la enfermedad extrema, la comitiva real, formada sólo por hombres, arrancaba sus viajes al caer la noche para evitar que mujer alguna pudiera siquiera atisbar las facciones de su esposo, e incluso se alejaba de los conventos de monjas para conjurar tentaciones infantiles. En su dolor, ninguna mujer, salvo ella misma, soportaba junto al cadáver del amor de su vida mientras se negaba a despedirlo en la muerte.
Y aunque quedaron testimonios suficientes para enmarcar como histórico un episodio que más parece invención de un dramaturgo genial, lo cierto es que tampoco abundan los datos para saber dónde acontecieron exactamente algunas de las paradas que la reina realizó en su deambular errático.
Precisamente, eso fue lo que hizo correr al escritor Elías Rubio Marcos, en el año 2002, tras la pista de la reina Juana y su séquito mortuorio por las parameras de Castilla. Así es como rescató el recuerdo de aquel episodio en algunas poblaciones donde la tradición había venido señalando la presencia de la reina Juana en determinadas casonas o castillos. Y así es como, poco a poco, comenzó a tomar forma un posible itinerario que pudiera seguir hoy en día quien estuviera interesado en perseguir el recuerdo de aquel viaje alucinante. El resultado de aquella investigación apareció publicado en la revista “Folklore” y hoy puede leerse íntegro en Internet.
Así, siguiendo el halo misterioso que dejaron tras de sí la reina Juana y su séquito de cortesanos, soldados, clérigos y músicos, y el trazo apuntado por Elías en su trabajo de campo, hilvanamos hoy algunos de los lugares en los que es posible encontrar el rastro de aquella comitiva recorriendo, en cualquier caso, similares horizontes.Empieza, pues, nuestro viaje en la Cartuja de Miraflores, adonde la reina acude en las Navidades de 1506 para rescatar el cadáver de su esposo y embalsamarlo de forma que aguante el largo periplo que tiene en mente: en principio, la capilla real de Granada. Paradójicamente, el siguiente alto de nuestro itinerario es el último destino de la reina Juana antes de partir hacia Tordesillas, donde vivirá un encierro forzoso de casi 50 años. Arcos de la Llana está a 10 kilómetros de Burgos y aquí llega de la mano de su padre, el rey Fernando el Católico, el 29 de octubre de 1507, tras casi un año de deambular y penar. Por mucho que lo intentó, no consiguió convencerla para regresar a Burgos. Así que la reina, su pena y el cadáver de su esposo se quedaron en Arcos hasta febrero de 1509, momento en el que partió –obligada- hacia Tordesillas para su encierro forzado. La iglesia de San Miguel Arcángel es el lugar en el que, durante todo aquel tiempo, se veló el cuerpo de Felipe el Hermoso. Del templo destaca su torre mudéjar, una de las más hermosas de este estilo en la provincia de Burgos. También la portada románica cercana al vecino palacio Episcopal, frecuentado este por los obispos burgaleses en sus escapadas veraniegas.
La localidad de Cavia pilla ahora junto a la autovía de Castilla. Antaño lo estuvo en el Camino Real de Burgos a Valladolid. Por eso es posible que tras abandonar la Cartuja de Miraflores la comitiva hiciera aquí su primer alto. En mitad del pueblo se alza el castillo de los Rojas y con él el recuerdo de que en una de sus habitaciones se veló el cadáver real mientras que la reina pudo descansar –tal vez- en la habitación cuya reja queda ahora encima de la puerta de acceso.
Tomando la autovía, el siguiente rastro de la comitiva se palpa en Celada del Camino. Frente la iglesia de San Miguel se alza un palacio en el que es posible que morara la reina, aunque una de sus piezas más interesantes es la inscripción y escudo labrado sobre su portón trasero. En ella queda constancia de su paso por el palacio del rey Felipe IV y de su hija, la infanta María Teresa, en 1660, en un viaje hacia Irún.
Hasta Presencio, donde se rastrea de nuevo la estancia de la reina Juana en una casa palaciega -que amenaza ruina- junto al bello rollo jurisdiccional, puede llegarse haciendo un alto en Pampliega, siquiera sea sólo para asomarse al balcón que es el atrio de su iglesia. Muy cerca de Presencio queda Santa María del Campo, donde la reina sostuvo uno de sus encuentros con su padre el rey Fernando, empeñado en hacerla entrar en razón. Aquí se aposentó Juana en septiembre de 1507 mientras viajaba de regreso a Burgos y la Corte festejaba la imposición del capelo cardenalicio a fray Francisco Jiménez de Cisneros en la vecina Mahamud. En Santa María sobresale su portentosa ex colegiata. Y parece claro que la reina se alojó en la Casa del Cordón, un palacio del que ya sólo queda el pastiche del cordón franciscano y un escudo adosado a la fachada de una casa levantada en su lugar. Se localiza por debajo de la colegiata siguiendo la pintoresca calle del Cordón.
Haciendo parada en la bella localidad de Palenzuela, donde puede que también se alojara, nuestro viaje se detiene en Torquemada, donde la reina permaneció cuatro meses y dio a luz a su hija Catalina el 14 de enero de 1507. Su siguiente alto, otros cuatro meses, los realizó en Hornillos de Cerrato desde donde partió luego hacia Tórtoles de Esgueva para entrevistarse, por primera vez desde que arrancara el viaje, con su padre. En el trayecto, de noche como siempre, atravesó la localidad de Antigüedad y sin detenerse tomó el camino hacia Tórtoles.
El camino que tomó la comitivia entre ambas poblaciones puede seguirse si en Antigüedad se continúa por la calle Mayor hasta el final y ahí se enlaza con el camino de las bodegas. Tomando la primera bifurcación a la derecha, el camino comienza a ascender hacia el páramo. En el siguiente entronque, ya arriba, hay que continuar por el brazo de la derecha –el que sale de frente- durante unos dos kilómetros para alcanzar una pequeña cruz colocada al lado derecho del camino. Se conoce como Cruz de la Muñeca y recuerda el paso por estas llanuras desoladas de la comitiva nocturna, señalando el lugar en el que, según la tradición, el féretro arrastrado por cuatro caballos negros, cayó al suelo y tocó tierra.
Mucho más le quedaba aun a esta reina de penar y velar por los caminos hasta su definitivo encierro en Tordesillas, a donde llegó el 18 febrero de 1509. Caminos, pueblos y paisajes cuyo detenido recorrido dejamos para otra ocasión. Lo contado hasta aquí ya da para un buen viaje.
EN MARCHA. Este itinerario hilvana algunos de los lugares en los que se ha rastreado el paso de la comitiva fúnebre que encabezó la reina Juana I de Castilla durante un viaje que duró algo menos de un año. El itinerario no se realiza siguiendo el orden cronológico del realizado por la reina, sino el geográfico. En esencia, el realizado por la reina partiría de la Cartuja de Miraflores hacia Torquemada, Hornillos de Cerrato, Tórtoles de Esgueva, Santa María del Campo y Arcos de la Llana.
¿Conocías esta historia? ¿Crees que es posible una locura de amor tan grande? Si te interesa este viaje es posible que también te interese este reportaje sobre Antigüedad y sus caminos publicado en el blog.
Me encanta la historia .pregunto si hay algún mapa? Gracias
Pues no, que yo sepa. Pero estaría bien tenerlo para hacerse una idea más precisa. Saludos.
Alguien puede decirme el nombre del cronista que relato, día a día el viaje de Juana y el féretro de Felipe I.
Que me consta que existe una publicaión con dicha crónica
Gracias anticipadas
Pues la verdad es que yo no te puedo ayudar. Per espero que alguien lo sepa porque a mí también me interesa. Saludos.
ITINERARIO DE UNA LOCURA DE AMOR..
RUBIO MARCOS, Elías
Hasta ahora, el trayecto Burgos-Torquemada, de más de sesenta kilómetros, se ha despachado con la explicación de que fue cubierto en cuatro jornadas nocturnas («se iniciaban al caer la tarde y culminaban cerrada la noche»). Nada se dice, sin embargo, de los lugares en los cuales descansó y se hospedó la reina en las necesarias paradas de dichas jornadas. Si aquella etapa fue así, y no hay por qué dudarlo, ya que la fuente manejada ha sido siempre la del protonotario Pedro Mártir de Anglería, que acompañó a la reina en su extraño viaje e hizo relación del mismo en su Epistolario, podría deducirse que las cuatro jornadas pudieron estar repartidas, aproximadamente, en tramos de quince kilómetros cada una. Visto así, todo parecería sencillo, pero no lo es, como se irá viendo.
Gracias Javier por contar-recontar lo que apenas se conoce. Y además hacerlo tan bien. Y sobre todo gracias por tu trabajo, en particular, de mostrar las historias, el paisaje…del Cerrato.
No me canso nunca de viajar por este sorprendente territorio.
Muy bien documentada historia y que si cae en manos de algun productor de Hollywood, seguro que realizarían una buena pelicula, aunque aún recuerdo aquella de mi niñez «Locura de Amor», con Aurora Bautista y Fernando Rey, donde aprendimos la dramatica historia de estos personajes (interpretados con los medios de la época) y que para algunos fue impresionante las evocaciones historicas. Enhorabuena¡¡
A este historia le hace falta una buena película. De todas formas, da que pensar lo poco que sabemos de cosas que tienen tanto que ver con nosotros.
Una historia muy interesante e ilustrativa, no te acostarás sin saber una cosa más.
gracias Javier
gracias javier, algo de esta historia conocia, pero tu lo has hecho formidable, gracias por tomarte este trabajo, a la gente que vivimos en españa y somos inmigrantes nos gusta saber de vuestra historia, asimismo las fotografias una mejor que otras en especial la de la iglesia y busto donde esta el vuelo del pajaro, un abrazo viajero ale de viajar cueste lo que cueste
Gracias a ti por interesarte en ella. Es un episodio fascinante que daría para una buena película, ¿no crees?.