ASÍ VEO EL MUNDO/fotos de mi archivo
En los pueblos del entorno de la Ribera del Duero tan normal como tener iglesia es tener un cerro, casi siempre pegado al pueblo, horadado de bodegas subterráneas en las que cada familia guardaba y dejaba madurar su propio vino. Lo que ya no es tan frecuente es que estas sigan conservando las puertas tradicionales de madera, con fuertes herrajes para evitar las patadas de los ladrones y con toda la ventilación posible para que la excesiva humedad no hunda la bodega y arruine el vino. También con viejas cerraduras e, incluso, enigmáticas bocallaves como esta. [Puerta de una bodega tradicional en un pueblo de la ribera del Duero. Comarca de Peñafiel. Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego]
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