RINCONES OLVIDADOS DE LA VÍA DE LA PLATA EN CASTILLA Y LEÓN

Viviendas en la localidad de La Calzada de Béjar. En la Vía de la Plata. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Viviendas en la localidad de La Calzada de Béjar. En la Vía de la Plata. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Qué ver y dónde están cinco rincones "olvidados" de la Vía de la Plata en Castilla y León. Cinco lugares poco transitados en los que se descubren restos de esta impresionante vía de comunicación construida por Roma hace más de 2.000 años. Recuerda que reservar tus alojamientos a través de SIEMPRE DE PASO me ayuda a generar contenido gratuito para que lo disfrutes.

Restos de calzada y otros vestigios que perviven al margen de los ajetreos y el ruido 2.000 años después.

 © Texto y fotografías:  JAVIER PRIETO GALLEGO  

La historia de la península Ibérica es como es gracias, entre otras importantes cosas, a un puñado de singulares caminos que, como las venas o arterias del cuerpo humano, hicieron posible que el resto de las piezas funcionaran como debían. Uno de ellos, sin duda el más famoso, es el Camino de Santiago. Otro, de semejante importancia, es la Vía de la Plata, el gran eje viario peninsular que comunicó el oeste peninsular de sur a norte cuando el imperio romano pudo poner fin al revuelto de tribus ibéricas que campaban en ella por sus respetos.

Puente de la Malena. Uno de los tramos mejor convservados de la Vía de la Plata, cerca de la Localidad de Montemayor del Río. Salamanca. Castilla y León. España.© Javier Prieto Gallego
Puente de la Malena. Uno de los tramos mejor convservados de la Vía de la Plata, cerca de la Localidad de Montemayor del Río. Salamanca. Castilla y León. España.© Javier Prieto Gallego

La Vía de la Plata fue construida por los soldados romanos con el fin principal de facilitar el desplazamiento rápido de tropas y mercancías. Y, para ello, utilizaron unas destrezas y un ingenio que aun hoy sigue asombrando tanto por los resultados conseguidos como por lo perdurable de sus obras. De hecho, resulta impensable imaginar que cualquier tramo de cualquier moderna autovía pueda seguir siendo utilizada como tal y sin mantenimiento alguno dentro de, pongamos, 20 o 30 años. Sin embargo, hay tramos de esta calzada trazada por los romanos hace más de 2.000 años que aun hoy siguen sirviendo para lo que fue construida. Y eso, sin olvidar que gran parte del legado desaparecido lo es porque fue utilizado para tender sobre él las modernas vías de comunicación. Una buena parte de la N-630, que une igualmente de norte a sur el oeste peninsular entre Gijón y Sevilla, discurre directamente sobre el camino allanado por los ingenieros de Roma.

Señales de senderismo junto a la Vía de la Plata entre el puente de La Malena y La Calzada de Béjar. provincia de Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Señales de senderismo junto a la Vía de la Plata entre el puente de La Malena y La Calzada de Béjar. provincia de Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

Iter ab Emerita Asturicam, la calzada número XXIV que con el tiempo acabará conociéndose como de la Plata, el camino entre Mérida y Astorga que enlazaba la capital administrativa de aquella provincia con la avanzadilla romana del norte, se extiende a lo largo de 465 kilómetros de trazado en los que Roma puso el alma con tal de vencer unas dificultades orográficas en las que no faltaban grandes montañas, ríos caudalosos, llanuras interminables, barrizales pantanosos… A nosotros hoy nos sirve como excusa para acercarnos a unos pocos de sus rincones olvidados, recodos del camino que en estos tiempos de prisas y alta velocidad pueden pasar completamente desapercibidos.

RINCONES OLVIDADOS

01 EL CAMINO DE LOS MILIARIOS (Salamanca).  La Vía de la Plata entra en la provincia de Salamanca rozando el maravilloso pueblo de Montemayor del Río. Uno de los pueblos más bellos de la provincia de Salamanca, declarado Conjunto Histórico, tiene pose y peso suficiente como para dedicarle una larga visita. De ella arranca el delicioso trayecto senderista que nos descubre algunos de los secretos de la Vía de la Plata mejor guardados: entre esta localidad y el cercano puente de La Malena se localiza una extraña acumulación de miliarios, mojones mastodónticos de granito que los romanos colocaban cada 1.480 metros, la milla romana que equivalía a mil pasos dobles. También merece mucho la pena caminar sobre la calzada que sube desde el puente hacia Puerto de Béjar, en un tramo en el que se descubren restos importantes de la obras que sirvieron para conseguir que la Vía de la Plata fuera una construcción perdurable -alcantarillas, peraltes, enlosado…-.

Miliario junto al Puente de la Malena. Vía de la Plata. cerca de la Localidad de Montemayor del Río. Salamanca. Castilla y León. España.© Javier Prieto Gallego
Miliario junto al Puente de la Malena. Vía de la Plata. cerca de la Localidad de Montemayor del Río. Salamanca. Castilla y León. España.© Javier Prieto Gallego

02 FORTÍN ROMANO DE CALZADA DE BÉJAR (Salamanca). Muy cerca del puente de La Malena y Montemayor del Río se localiza una de las construcciones más singulares y desconocidas de toda la Vía de la Plata: los restos del pequeño fortín que, en las proximidades de la localidad de Calzada de Béjar, al sur de la provincia de Salamanca, albergaron una pequeña dotación militar encargada de poner orden en el tránsito por la vía. Y aunque se sospecha que tuvo una función de vigilancia sobre lo que circulaba por aquella importante «autopista», resulta relevante también por ser prácticamente el único ejemplo de pequeña fortificación romana «intacta». Es decir, que no haya servido posteriormente para elevar sobre sus cimientos otras fortalezas a lo largo de los siglos. Lo que queda de ella son las cuatro paredes de mampostería que acotan un rectángulo de 29 por 27 metros sobre una superficie irregular, seguro que alterada por el paso de los milenios, y sin una techumbre que, según los expertos, debió de ser de madera a dos aguas. Para llegar hasta estas apartadas ruinas primero hay que localizar el depósito de agua de Calzada de Béjar. Al alcanzarlo se toma el senderín que se empina por su lado derecho, mucho más estrecho y escabroso que el camino ancho que continúa por el lado izquierdo. En realidad es un carril que corre entre las cortinas de los prados hasta que, 300 metros después surge por la derecha el desvío hasta el fortín, ya a la vista.

Fortín romano construido para defender la Vía de la Plata ubicado en las proximidades de la localidad de La Calzada de Béjar. En la Vía de la Plata. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Viviendas en la localidad de La Calzada de Béjar. En la Vía de la Plata. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Viviendas en la localidad de La Calzada de Béjar. En la Vía de la Plata. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

03 FUENTERROBLE DE SALVATIERRA (Salamanca).En esta localidad se localiza un albergue de peregrinos con larga tradición y reputación de mucha hospitalidad. En el pueblo, un pequeño parque arqueológico ofrece explicaciones relacionadas con la construcción de la calzada. La iglesia de Santa María la Blanca es del siglo XV y estilo tardogótico reedificada sobre un templo románico.

Un miliario y dos cipreses forman parte de la reproducción de la calzada romana de la Vía de la Plata realizada junto a la iglesia de Fuenterroble de Salvatierra en la que se explica cómo los romanos realizaban enterramientos junto a la Vía de la Plata. Localidad de Fuenterroble de Salvatierra. Provincia de Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

04 CASTROTORAFE (Zamora). Muy cerca de la localidad zamorana de Fontanillas de Castro, un corto tramo de pista agrícola lleva desde la N-630 hasta la explanada pedregosa en la que se ubicara esta destacada población de la Edad Media. De aquella época conserva largos tramos de la extensa muralla que cercaba la ciudad, un recinto de cerca de 5.000 metros cuadrados, fuertemente defendido. Tuvo varios portillos de acceso, uno de ellos para dirigirse directamente hacia el río. Una solitaria pared en medio de la explanada revela el lugar donde se levantó el templo, utilizado como ermita por los vecinos del cercano San Cebrián de Castro, una vez abandonada definitivamente la ciudad hacia el siglo XVIII. Pero el rincón más espectacular de las ruinas se alza en su esquina nororiental, donde aún sestean las imponentes retazos de lo que fuera una soberbia fortaleza.

05 LA VIZANA (Zamora). A un paso de Alija del Infantado, el puente de La Vizana continúa marcando el paso sobre el río Órbigo desde que los romanos escudriñaron que tal era el mejor lugar para vadearlo, llegados a ese punto exacto de su legendaria carretera conocida como Vía de la Plata. Rehecho tantas veces como ese mismo río y el de la Historia se lo llevaron por delante, tiene hoy un distinguido perfil renacentista y pocas -por no decir casi ninguna- de sus romanas piedras. Pero su importancia para el trajín de viajeros, comerciantes y soldados fue siempre de primera. De hecho, su nombre bautizó a una de las cañadas reales que hicieron de oro a Castilla, la de La Vizana, cuyo trazado aprovecha en lo básico el dibujado por Roma en su Vía de la Plata.

Puente de La Vizana. Puente romano en la Vía de la Plata sobre el río Órbigo. Alija del Infantado. León. Castilla y León. España.© Javier Prieto Gallego
Puente de La Vizana. Puente romano en la Vía de la Plata sobre el río Órbigo. Alija del Infantado. León. Castilla y León. España.© Javier Prieto Gallego

Y DE COMER

La Vía de la Plata no solo se convirtió en un eje vertebrador de las comunicaciones del oeste peninsular, como todos los grandes caminos fue también un camino de penetración por el que viajaban nuevas culturas, ideas o costumbres. También gastronómicas. Al igual que los pocos puentes que aún se mantienen en pie tal como ellos los colocaron o la colección de miliarios que aun pueden verse en torno al puente de La Malena, también forma parte del legado romano el gusto por alimentos tan ibéricos como el jamón, el aceite de oliva o el queso zamorano. O los guisos y los platos de cuchara que el viajero encuentra en cualquier mesa. Y, en especial, la gran variedad de platos de garbanzos que cuentan, en la zona zamorana de La Guareña, con una materia prima de tan altísima calidad como los que se cultivan en Fuentesaúco.


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