© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
La mejor manera de organizar la visita a Don Benito es dejando el coche en el aparcamiento que hay tras la iglesia de Santiago. La iglesia de Santiago es un voluminoso templo de líneas renacentistas levantado entre los siglos XVI y XVII. El templo se sitúa en uno de los laterales de la plaza de España, en cuyo centro se abre una fuente dedicada al Agua y la Tierra, con una estatua realizada por Pérez Comendador. El Ayuntamiento ocupa el edificio del antiguo Banco de España.
Cerca de la plaza, en la conocida como Casa del Conde, se localiza el imprescindible Museo Etnográfico. El edificio que alberga una interesantísima colección de objetos sacados de la vida cotidiana de los vecinos de Don Benito es una casa señorial burguesa, de principios del siglo XX, perteneciente a los condes de Campos de Orellana. La colección ocupa 36 de las 39 estancias que se distribuyen por toda la mansión, y en cada una de ellas se ha tratado de recrear con piezas originales los diferentes ambientes en los que discurría la vida de finales del siglo XIX y principios del XX. Desde el ámbito doméstico al preindustrial, del íntimo al público, la muestra permite, entre otras cosas, disfrutar con antiguos juguetes, entrar en una antigua tienda de ultramarinos, conocer una clínica dentista, una sastrería, una zapatería, una barbería, una imprenta, un dormitorio tradicional o ver el primer coche que circuló por Don Benito.
Una visita curiosa que puede hacerse en Don Benito es la de acercarse a contemplar el Cristo que aparecía en la película «Marcelino, pan y vino». Cuelga de la capilla del convento de las Carmelitas Descalzas. Llegó allí donado, al finalizar la producción y sin que tuviera ya otra utilidad, por Miguel López Cabrera, ingeniero de sonido de la película, como regalo a una hermana suya que profesaba en el convento.
Un agradable entorno natural acondicionado en los alrededores de Don Benito se localiza en la Finca Municipal Doña Blanca. El acceso se realiza por la carretera que se dirige hacia Valle de la Serena y la también interesante ermita de Las Cruces. Tras pasar el puente sobre el río Ortigas es preciso tomar la pista de tierra que sale hacia la izquierda y, después, de nuevo la primera pista a la izquierda hasta alcanzar unos antiguos molinos romanos. Caminando por el caz seco se llega al puente de madera por el que se accede a la finca. En su interior, dominado por una extensa charca, puede visitarse un aula de la naturaleza y verse tumbas altomedievales rupestres. Tres chozos construidos al estilo tradicional pastoril sirven como alojamiento de turismo rural que se reserva en la Oficina de Turismo (Tel. 24 808 084 ó turismo@donbenito.es).
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