EL PODER DE LOS HIELOS
Profundos barrancos y bulliciosas torrenteras en el camino hacia el lago de Cueva de San Martín
Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
Además de un paseo saludable, la caminata hasta el lago sanabrés de Cueva de San Martín es una lección reveladora de cómo los hielos, cuando quieren, conforman el paisaje a su manera hasta quedarse a gusto. El lago de Sanabria y su impresionante entorno natural brindan una oportunidad única para descubrir el cómo, el cuándo y el porqué de un paisaje marcado por la angostura de sus cañones y un rosario de lagunas –más de 40 en este entorno- sin igual en toda la Península: de hecho, el lago de Sanabria es el más importante y voluminoso ejemplo de lago glaciar en España.
Si te animas a visitar esta zona para disfrutar de pueblos y naturaleza, reserva ya aquí.
La culpa es de la portentosa masa de hielo que, como la escarcha acumulada en un congelador malo, fue creciendo sobre la corteza terrestre fruto del gélido clima imperante durante la última glaciación –periodo del Würm– que tuvo lugar hace 100.000 años. Durante los 90.000 siguientes aquel profundo caparazón de hielos perpetuos, empujado por su propio peso no pudo evitar el viaje desgarrador que se iniciaba en las alturas de Peña Trevinca y Peña Survia y terminaba en el fondo del cuenco profundo por el que discurría el Tera. Aquellas imponentes lenguas de hielo tenían, sobre la corteza terrestre por la que resbalaban, el efecto abrasivo de una lija del doce de dimensiones bíblicas. Con el tiempo y una caña acabaron empujando una enorme masa de tierra, rocas y lodo que se elevó como un murallón en el fondo del valle cerrando el discurrir del río y, de paso, dando forma a la cubeta natural que alberga en la actualidad al lago de Sanabria.
Así las cosas, ahora es más fácil hacerse una idea cabal del porqué de las angosturas por las que se encaja el Tera antes de llegar al lago, entre peñascos descarnados y abismos profundos. De todas formas, uno de los mejores estímulos para la imaginación y el riego sanguíneo pasa por alcanzar a pie las soledades pétreas entre las que espejea el conocido como lago de Cueva de San Martín, remanso ojinegro del Tera situado en la parte de alta de sus más angostos cañones.
EL PASEO
El paseo, señalizado por el Parque Natural con añejas marcas de pintura verde puede empezarse en la carretera que sube desde San Martín de Castañeda hacia la laguna de los Peces. A poco más de dos kilómetros del pueblo, en una muy retorcida curva de la carretera, y antes de alcanzar un desvío asfaltado sin salida, arranca la pista por la izquierda que sirve al inicio del paseo. Tras un posterior giro hacia la izquierda se llega, en 400 metros, hasta una granja. El camino prosigue rodeándola por su costado izquierdo e iniciando aquí el progresivo ascenso que caracterizará la primera parte del paseo. Setecientos metros después de la granja, en un pequeño rellano herboso, se abre una terna entre la que hay que tomar el camino del medio e iniciar el empinado repecho que, durante los siguientes 500 metros, discurre por el medio de un denso robledal de melojo. Casi ya al final del ascenso, cuando el melojo da paso a las escobas el camino se desdibuja algo en un pequeño herbazal que hay que bordear hacia la izquierda. Enseguida vuelve a aparecer de nuevo bien marcado mientras discurre entre los berrocales de granito que caracterizan el paisaje de las zonas altas de la sierra sanabresa. El desnivel salvado, unos 300 metros en una hora de ascenso desde la curva de la carretera, es el precio para entrar al cañón del Tera por su parte alta. Las vistas que se gozan del conjunto avivan la energía más rápido y mejor que el muesli en barra. Con el lago ya a la vista y la rota presa del embalse de Vega del Tera despuntando muchos metros por encima, el camino emprende el largo descenso que, en otra hora larga conduce directo y sin pérdida hasta las orillas de Cueva de San Martín.
EN MARCHA. Hasta San Martín de Castañeda se llega desde Puebla de Sanabria. El inicio del paseo se realiza dos kilómetros después, en la carretera que se dirige hacia la laguna de los Peces.
EL PASEO. El punto de inicio del paseo y el lago distan 4,5 km. El recorrido, que puede realizarse entre uno y otro en unas tres horas, se encuentra señalizado aunque en algunos puntos concretos es necesario buscar bien los hitos de color verde, muy descoloridos por el tiempo. Si el paseo se realiza durante el otoño o en época de lluvias es necesario buen calzado impermeable, pues en algunos puntos los torrentes bajan por las mismas sendas.
DESCARGA EL TRACK EN WIKILOC
INFORMACIÓN. Casa del Parque: tel. 980 62 18 72.
DÓNDE DORMIR
¿Te apetece una escapada? Busca aquí tu alojamiento. Reservando aquí tu hotel o casa rural me ayudas a mantener este blog ¡Gracias! (esto no tiene ninguna repercusión para ti en el precio)
Booking.com
En el croquis… El Teleno en Zamora?…
Sí. Es otro diferente al de León. O, al menos, eso pone en el topográfico.