SIMPLEMENTE, LO QUE VEO/fotos de mi archivo
El largo periodo en el que la línea fronteriza del Duero estuvo en disputa entre los ejércitos cristianos y musulmanes dejó, como consecuencia, un amplio reguero de construcciones militares de ambos bandos. Aunque, a decir verdad, lo más habitual era que las fortalezas ya existentes pasaran de unas manos a otras. Los mismos castillos que resistían el asedio cristiano pasaban a resistir el empuje musulmán una vez conquistados. Y así hasta que el «Santiago y cierra España» fue haciendo retroceder esa frontera hacia el sur. Entre los rastros de aquel largo y feroz periodo aún se encuentran en el terreno unas construcciones solitarias, aupadas sobre tesos con vistas privilegiadas. Son las sencillas torres defensivas que el ejército musulmán fue erigiendo a lo largo de aquella frontera que llegó a parecer eterna. Construcciones simples cuyo propósito principal era ver venir al ejército enemigo con tiempo suficiente como para preparar las defensas. Conectadas visualmente unas con otras, formaron una red de comunicación rápida y eficaz. Hoy son rincones con un magnetismo especial desde los sumergirse en atardeceres largos y melancólicos. [Atalaya defensiva musulmana de Quintanilla de los Barrios. Cerca de San Esteban de Gormaz. Camino del Cid. Soria. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego]
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En alguna ocasión había analizado este tipo de construcciones desde el punto de vista de las telecomunicaciones. Concretamente son precedentes del telégrafo y, por tanto, de Internet. Un abrazo,