Cantos rodados y viejos castaños en una de las zonas de trabajo de la minas de oro romanas de Las Cavenes de El Cabaco. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Dos paseos que podemos realizar al pie de la Peña de Francia, en la provincia de Salamanca. El recorrido por las Cavenes del Cabaco permite conocer cómo se extraía el oro proyectando grandes trombas de agua. Muy cerca, junto a la localidad de El Casarito, un recorrido adaptado guía hasta un castaño con 350 años de antigüedad y un grupo de figuras talladas en la roca aprovechando las formas del granito. Ambas se pueden hacer con niños.

PEQUEÑOS PASEOS, GRANDES DESCUBRIMIENTOS

Minas de oro del tiempo de los romanos y castaños como elefantes junto a la Peña de Francia

Texto, vídeo y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO

Si andas buscando paseos fáciles para hacer con niños –o con adultos que disfrutan como niños haciendo paseos fáciles- anota estas dos sugerencias: Las minas de oro romanas de Las Cavenes de El Cabaco y la Senda de los Castaños Centenarios, ambas a la misma sombra de la Peña de Francia, muy cerquita la una de la otra. Son dos propuestas tan fáciles que se hacen sin querer pero con sorpresas tan monumentales como descubrir que los romanos no solo pusieron patas arriba las montañas rojas de Las Médulas, también las faldas de la Peña de Francia. Si no se nota a simple vista es porque un tupido manto de rebollares disimula bastante bien lo que en realidad son cuencas de retención de agua y canales de desagüe por los que el agua bajaba en tromba. El sistema, ruina montium, era el mismo: provocar que el agua deshiciera las montañas para, más abajo, filtrar esa agua y quedarse con las pepitas.

Vídeo de los paseos por El Cabaco y El Casarito. © Javier Prieto Gallego

 01- LAS CAVENES DE EL CABACO

Sin duda, la mejor opción para entender cómo la máquina de Roma sabía exprimir cada centímetro de tierra conquistada y sacarle el rendimiento debido es pasar, antes de realizar el paseo señalizado por Las Cavenes de El Cavaco, por el Centro de Interpretación instalado junto al camping de esta localidad salmantina. Si estuviera cerrado, los paneles informativos ubicados en puntos estratégicos junto al paseo explican bastante bien el proceso minero. En cualquiera de los casos, la visita sirve a los recién llegados a la arqueología turística para darse cuenta de que los romanos fueron ávidos prospectores de mineral y, en concreto, de un oro que buscaron como nadie hasta debajo de las mismísimas piedras. Y he aquí un claro ejemplo. Vale recordar que su sistema económico se basaba en la cantidad de aureos–monedas de oro de 7,8 gramos- que cada cual fuera capaz de reunir. Y en ese punto la sed del Imperio siempre resultó insaciable. Su afinada vocación prospectiva no tardó en descubrir que todo el noroeste peninsular era rica en yacimientos de oro potencialmente explotables. Y uno de esos yacimientos al que los romanos se aplicaron con ahínco, capaz de entretener de maravilla una mañana de domingo, es el de Las Cavenes, a la sombra de la Peña de Francia y a un soplo del pueblo salmantino de El Cabaco. Este recorrido, corto en longitud pero intenso en emociones, propicia, además, una didáctica lección sobre la laboriosa extracción del oro.

Reproducción de una calzada romana en el itinerario de las minas romanas de Las Cavenes de El Cabaco. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Reproducción de una calzada romana en el itinerario de las minas romanas de Las Cavenes de El Cabaco. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

Del otro lado de la valla que acota el camping y el Centro de Interpretación se localiza el inicio del sendero. A los pocos metros de internarse en el espeso rebollar –bosque de roble Quercus pyrenaica – se alcanza uno de los paneles informativos dispuestos a lo largo del recorrido. Se halla situado junto a un pequeño puente de piedra levantado con la intención de ilustrar la forma en la que los romanos realizaban sus calzadas. Unos pocos metros más allá, en la linde del rebollar, otro cartel interpretativo pone al tanto de los pormenores genéricos de este yacimiento.

El viejo tronco de un castaño junto al itinerario señalizado que recorre Las Cavenes de El Cabaco. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
El viejo tronco de un castaño junto al itinerario señalizado que recorre Las Cavenes de El Cabaco. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

El yacimiento de Las Cavenes fue explotado principalmente a lo largo de los siglos I y II, con un desarrollo de norte a sur. Las explotaciones más antiguas son las que se encuentran más al norte. A medida que éstas dejaban de ser rentables se acometían otras nuevas cada vez más hacia el sur. Para ello era preciso realizar nuevos desmontes, tallar nuevos canales de conducción de aguas y depósitos de lavado. Todos aquellos desmontes, caracterizados por una caótica presencia de aluvión granítico, fueron posteriormente colonizados por la vegetación. Entre ésta destaca la presencia del castaño como especie arbórea predominante, con abundantes ejemplares muchas veces centenarios, muy posiblemente introducida y cultivada en la Península por los propios romanos. En épocas más recientes, durante la Segunda Guerra Mundial y hasta 1952, fue común en esta zona del sureste salmantino la minería del wolframio y el tungsteno, utilizados durante un tiempo en la fabricación de armas y el blindaje de tanques.

Cantos rodados y viejos castaños en una de las zonas de trabajo de la minas de oro romanas de Las Cavenes de El Cabaco. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Cantos rodados y viejos castaños en una de las zonas de trabajo de la minas de oro romanas de Las Cavenes de El Cabaco. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

Desde aquí el sendero se dirige hacia la Peña de Francia, que se ve al fondo con su inconfundible repetidor de televisión en forma de cohete, hasta alcanzar el lugar que ocuparon unos antiguos embalsamientos relacionados con la explotación. Para llenarlos con las grandes cantidades de agua que requerían sus riadas antes era necesario conducir el agua de los arroyos de la sierra hasta aquí. Después otros canales, los emissaria, eran los encargados de llevar esta agua hacia las zonas donde se provocaba el arrastre de tierras.

Cantos rodados y viejos castaños centenarios en una de las zonas de trabajo de la minas de oro romanas de Las Cavenes de El Cabaco. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Cantos rodados y viejos castaños centenarios en una de las zonas de trabajo de la minas de oro romanas de Las Cavenes de El Cabaco. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

Hacia esas zonas retrocede durante unos metros el paseo para internarse en uno de aquellos vallejos. Es entonces cuando se hace más evidente la gran hoya provocada por los aluviones repetidos, una gran depresión sobre cuyo suelo se descubre una llamativa concentración de cantos rodados y grandes castaños dibujando en una hondonada un paisaje extraño y de aires lunáticos. Desde esa hoya, donde tanta piedra y tan redonda hace pensar en un abandonado almacén de huevos prehistóricos, el agua se encaminaba, como el propio paseo turístico, por los canales de lavado y desagüe, donde gota a gota se filtraba el agua hasta dar con la brillante recompensa.


DÓNDE: El paseo comienza junto al camping de El Cabaco (Salamanca). RECORRIDO: casi 2 km que pueden hacerse en una hora.

DIFICULTAD: itinerario señalizado sin apenas desniveles, fácil de hacer con niños a partir de 3 años. Requiere calzado de montaña. INFORMACIÓN: www.cavenes.blogspot.com.es.


02- LA SENDA DE LOS CASTAÑOS CENTENARIOS.

El castaño es un árbol abundante en diferentes lugares de la Sierra de Francia. Y, la verdad, no es raro ver ejemplares mastodónticos en los alrededores de algunos de sus pueblos. Si han llegado a viejos, dejando atrás muchas generaciones de humanos, es, precisamente, por el cuidado que esas mismas generaciones les han ido aplicando con mano sabia y maestra.

Panel informativo en el inicio de la Senda de los Castaños Gigantes. Localidad de El Casarito. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Panel informativo en el inicio de la Senda de los Castaños Gigantes. Localidad de El Casarito. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

Pero si el paseo por esta senda es recomendable es por varias razones. La primera es porque toda ella está acondicionada de tal manera que puede recorrerse hasta con un bebé en silla de ruedas. Es decir que, si se quiere, podemos presentarle a uno más de la familia, la visión de un ser vivo de 350 años de edad: el Castaño de El Casarito. Además, y por suerte, este vetusto castaño no está solo. La senda pasa, al alcanzar de nuevo la parte trasera del camping, junto a un rodal de castaños, a juzgar por sus cinturas, también muchas veces centenarios.

Localidad de El Casarito. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Castaño centenario. Localidad de El Casarito. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

Y una recomendación: poco después de recalar en el Castaño de El Casarito –que tiene categoría de Árbol Singular- una indicación ofrece la posibilidad de acercarse hasta el corro de rocas graníticas en las que el artista Manuel Tomé talló a su aire una serie de figuras según las formas que le sugerían: cabezas de ballena, elefantes, lagartos, leones, caras humanas… aprovechando los perfiles del granito. Y aunque algunas ya se han roto y se aprecian cachos por el suelo, descubrirlas es un juego que los niños disfrutarán.

DÓNDE: El paseo comienza junto al camping, en el área recreativa El Casarito. Junto a la localidad del mismo nombre (Salamanca). RECORRIDO: Algo más de kilómetro y medio que puede hacerse en una hora.

DIFICULTAD: itinerario señalizado y adaptado para hacer con silla de ruedas. Fácil de hacer con niños a partir de 3 años. INFORMACIÓN: Parque Natural Las Batuecas-Sierra de Francia, tel. 923 41 52 13.

Un león tallado por el artista Manuel Tomé aprovechando la forma de las rocas en la Senda de los castaños gigantes. Localidad de El Casarito. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego
Un león tallado por el artista Manuel Tomé aprovechando la forma de las rocas en la Senda de los castaños gigantes. Localidad de El Casarito. Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. Salamanca. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego

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