Enclaves romanos en la Ribera del Duero burgalesa

Una visitante contempla los restos de la Casa 1 en el yacimiento arqueológico de Clunia. Ribera del Duero. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Una visitante contempla los restos de la Casa 1 en el yacimiento arqueológico de Clunia. Ribera del Duero. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Viñas, mosaicos y hasta una ciudad completa son solo algunas de las paradas en este paseo por entre los vestigios romanos de la Ribera del Duero. Recuerda que reservar tus alojamientos a través de Siempre de Paso me ayuda a generar contenido gratuito para que lo disfrutes.
Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO

Que algo tuvieron que ver los romanos en una afición por el vino tan exuberante como la que se da en los valles burgaleses y vallisoletanos del Duero, no es una suposición. Es una evidencia tan grande como el mosaico desenterrado en la villa romana de Santa Cruz, junto a Baños de Valdearados: 66 metros cuadrados de teselas en cuyo centro aparece el dios Baco rodeado de su corte bacanal; la mejor y más grande representación romana de este dios descubierta en la Península. Una evidencia tan mayúscula como la ciudad romana de Clunia, urbe con todas las de ley -romana, al menos-, del tamaño de Teruel o Soria –entre 30.000 y 40.000 habitantes-, poblada por magistrados y funcionarios. Tan cierta como que los romanos colonizaron estas riberas sembrando por igual cepas, mansiones y poblaciones que, como Roa, andando, andando, han acabado por convertirse en sede de una denominación de origen vitivinícola conocida en el mundo entero. Así, los vestigios que pueden rastrearse en unos pocos kilómetros de ribera no son tantos como cepas, pero le andan cerca.

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La villa romana de Santa Cruz de Baños de Valdearados se descubrió de forma casual cuando un agricultor andaba explanando un terreno, a buen seguro que para continuar en la brecha de la vitivinicultura, y salieron a la luz los restos de una mansión agrícola de las que se gastaban los terratenientes del imperio: habitaciones a tutiplén y dependencias suficientes como para albergar a la familia, servidumbre, cosechas y fuerza bruta. De hecho, las excavaciones de Santa Cruz van ya por las diez habitaciones y no saben cuántas más quedarán bajo la tierra. Una de sus más preciadas singularidades es el enorme mosaico que adornaba el suelo del salón, una de las estancias principales del conjunto, cuyo motivo es -¡oh, casualidad!- un dios Baco, dios del vino y la juerga padre, aunque también protector de la agricultura y la inspiración poética, representado en dos viñetas: en una aparece rodeado de su corte y en la de abajo, regresando victorioso de La India. El mosaico es todo un lujazo conservado de manera excepcional que, en sus días de brillo y esplendor, debía de lucir con más fuerza que el tinto en copa de cata. No es el único mosaico del conjunto, dos habitaciones más tenían los suelos decorados con filigranas de azulejo y motivos relacionados con la agricultura, el campo o la caza.

Estudiantes visitando el Teatro romano de Clunia, en el yacimiento arqueológico de Clunia. Ribera del Duero. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Estudiantes visitando el Teatro romano de Clunia, en el yacimiento arqueológico de Clunia. Ribera del Duero. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

CLUNIA

No eran, ni de lejos, los únicos romanos del entorno. A tiro de pilum –lanza romana-, sobre una extensa meseta rocosa afloran más mosaicos, columnas, mansiones gigantescas, termas y teatros en las ruinas de la que fuera la ciudad administrativa más importante de la provincia Tarraconensis: de ella dependían casi todos los asuntos jurídicos que tenían que ventilarse en ese “convento jurídico”. El camino que adentra en el enclave arqueológico pasa primero junto al teatro romano más grande de la Península, con un aforo calculado en 9.500 asientos, para hilvanar después un recorrido de sorpresas entre las que se encuentran sus termas, la llamada Casa nº1, gigantesca mansión inexplorada en su totalidad, o el foro, la plaza pública que en su día vio como Galbia, que había sido gobernador de la Hispania romana, era proclamado aquí emperador tras la muerte de Nerón, antes de salir para Roma a ejercer su nuevo cargo. Preparada para acoger grandes concentraciones de gente, era también el entorno donde se situaban los mercaderes con sus puestos.

Teatro romano de Clunia. Yacimiento arqueológico de Clunia. Ribera del Duero. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Teatro romano de Clunia. Yacimiento arqueológico de Clunia. Ribera del Duero. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

Lo que pasaba en Clunia, que sucumbió al paso de los tiempos a finales del siglo VII, casi se veía desde otro rincón romano de la ribera: Roa, importante nudo de comunicaciones en el que se entrelazaban las calzadas que discurrían entre Astorga y Zaragoza, Tordómar, Palencia y el valle del Riaza. Aupada sobre un cerro vigila el paso del Duero en su último tramo por la provincia de Burgos. Esa situación estratégica ha sido bien aprovechada a lo largo de su historia desde sus primeros pobladores, primitivas tribus ibéricas, posteriormente por los colonizadores romanos y en los primeros tiempos de la Reconquista, cuando se convierte en una disputada plaza de la línea fronteriza del Duero. En esta localidad murió, en 1517, el regente Cardenal Cisneros y en 1825 fue ahorcado Juan Martín Díaz “El Empecinado”, destacado guerrillero contra el ejército napoleónico. La excolegiata de la Asunción es el principal edificio monumental de la localidad. Su estilo predominante es el gótico final con muchas influencias renacentistas. Se levantó sobre uno románico anterior del que se conserva una portada. En el interior hay que fijarse en el grupo escultórico que representa la Adoración de los Magos, atribuido a Gil de Siloé. Y el Paseo del Espolón, un agradable balcón con excelentes vistas sobre el Duero. En la afueras se localiza el Parque Arqueológico Rauda Vaccea. Organizado como centro de interpretación ofrece un recorrido por la historia de la localidad desde las sociedades cazadoras-recolectoras hasta la vida de las primeras comunidades que desarrollaron la escritura, el urbanismo y la cultura vinícola. Se visita de manera concertada a través de la Oficina de Turismo (tel. 947 54 18 19).

Paseo del Espolón. Estatua del Cardenal Cisneros. Roa. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Paseo del Espolón. Estatua del Cardenal Cisneros. Roa. Burgos. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

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EN MARCHA. A Baños de Valdearados puede llegarse desde Aranda de Duero en 16 km por la BU-910. Desde Baños puede llegarse hasta Clunia por Caleruega, Araúzo de Miel, Huerta del Rey y Peñalba de Castro. Roa se encuentra entre Peñafiel y Aranda de Duero.

QUÉ VER. Oficina de Turismo de Roa. Tel. 947 54 18 19. La villa romana de Santa Cruz sólo abre en verano. El resto del año los mosaicos se ven a través de las rendijas de las paredes que los protegen, o bien en contacto con el Ayuntamiento de Baños: 947 53 42 29. Clunia puede visitarse de martes a domingo.


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