14 rincones que no deberías perderte
© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
La visita a la segunda de las sedes en las que está teniendo lugar este año la edición de la exposición Las Edades del Hombre es, sin duda, una estupenda oportunidad para conocer más en profundidad esta localidad, a un paso de la capital salmantina, que tanto tuvo que ver en la biografía de Santa Teresa.
Su relación con Alba de Tormes se remonta al mismo momento en el que comenzó la suya con la Duquesa María Enríquez de Toledo, esposa del Gran Duque de Alba, Don Fernando, en la época en que Teresa ejerció de priora en el convento de La Encarnación de Ávila. Es entonces cuando se traba una sólida amistad entre ambas mujeres. Tan sólida que será determinante en la labor fundadora que Santa Teresa desarrollará a lo largo de su vida y que no habría podido desarrollar sin el apoyo económico y político de la Casa de Alba, una de las dinastías nobiliarias más influyentes y poderosas de la Historia de España, que tenía su sede en Alba de Tormes. Tan sólida y determinante que fue la razón, precisamente, de que Santa Teresa falleciera en esta localidad el 4 de octubre de 1582.
De hecho, Santa Teresa, presintiendo el momento de su muerte tenía pensando dirigirse desde Medina del Campo hacia su ciudad natal, Ávila, cuando recibió la llamada de la Duquesa rogándola que, por favor, no dejara de asistir al nacimiento inminente de uno de sus nietos, que iba a tener lugar en Alba de Tormes. Por razones de amistad y compromiso, Santa Teresa no duda en acudir a la llamada de su amiga y protectora a pesar de lo delicado de su salud. Y es allí, estando hospedada en el convento que ella misma había fundado en 1571, cuando su estado empeora y fallece. Una curiosidad histórica relacionada con su muerte es que la reforma del calendario gregoriano llevada a cabo ese mismo 4 de octubre de 1582 decretaba la desaparición de diez días con el fin de corregir los desajustes que se habían apreciado en el calendario juliano vigente hasta ese momento. Este hecho supuso que, pese a que Santa Teresa fue enterrada al día siguiente de su fallecimiento, la fecha de su entierro es la del 15 de octubre de 1582.
Y estos son algunos de los rincones que no deberías perderte en un paseo detenido por la localidad de Alba de Tormes.
01- EL PUENTE. Sin su puente Alba no estaría donde está. La localidad va tomando forma durante las repoblaciones que en el siglo XII tienen lugar al sur del Duero. Y lo hace aquí porque es uno de los sitios en los que el Tormes da facilidades para tender un puente que se convertirá en crucial a lo largo de los siglos. Hasta él convergían numerosas vías pecuarias que salvaban por este punto el río. Y en él se centraron los esfuerzos por inutilizarlo a lo largo de las innumerables contiendas que lo consideraban un punto estratégico vital para cortar las comunicaciones entre una y otra orilla. Especialmente durante la Guerra de la Independencia, en la que la villa cambió de manos hasta diez veces en los seis años que duró la contienda.
02- EL TORREÓN. Desde el mismo puente se aprecian, hacia el costado derecho de la población, los restos de la cerca medieval que la protegió. En concreto, descuella sobre una base rocosa parte de uno los cubos que jalonaban el lienzo, conocido como El Torreón. La muralla tuvo cinco puertas y varios portillos.
03- LA BASÍLICA. Su interior acoge el último capítulo de la exposición Las Edades del Hombre. Los orígenes de este edificio inacabado se remontan al final del siglo XIX. Se considera entonces que es un buen momento para levantar un templo que estuviera a la altura de la gran cantidad de peregrinos que acudían a la localidad atraídos por la figura de la Santa. Las obras, que nunca llegaron a llevar un ritmo satisfactorio, se paralizaron definitivamente en 1933 en medio de avatares relacionados con la Segunda República. La idea de erigir ese gran templo no volvió a retomarse hasta el anuncio de la visita del papa Juan Pablo II en 1982. En el año 2007 se acometió el reto de cerrar, al menos, el espacio construido hasta ese momento.
04- SAN PEDRO. Es el templo parroquial de Alba. Su portada es lo único que logró sobrevivir al incendio que destruyó todo lo demás en 1512. Los escudos ducales de la fachada señalan a los impulsores de su reconstrucción. El elemento arquitectónico más destacado de su interior es la escalera de subida al coro. El retablo procede de la iglesia de Santiago.
05- MUSEO CARMELITANO. Este es uno de los lugares en los que la huella de la Santa se percibe con mayor intensidad. No en vano las dependencias del museo ocupan parte de una de sus fundaciones más queridas y el lugar en el que falleció, el convento de la Anunciación (Plaza de Santa Teresa, 6-8. Tel. 923 30 02 11. Web: carmelitasalba.org).
06- SAN JUAN. Es uno de los edificios de estilo románico-mudéjar más destacados de la provincia. En su interior destaca un magnífico apostolado de piedra arenisca policromada realizado hacia 1200. Aunque no se sabe dónde estuvo colocado, en la actualidad se localiza sobre un zócalo semicircular de ladrillo que permite contemplarlo a la altura de los ojos.
07- CONVENTO DE LA ANUNCIACIÓN. Santa Teresa de Jesús llegó a Alba de Tormes acompañada de san Juan de la Cruz para realizar, en 1571, su octava fundación. Para ello contó con el mecenazgo de la Casa de Alba. Tras diferentes avatares y pasar por otras localizaciones, hoy una urna del siglo XVIII ubicada en el centro del retablo mayor guarda el cuerpo incorrupto de la santa. A los lados se veneran el corazón y su brazo izquierdo.
08- CONVENTO DE LOS PADRES CARMELITAS. El templo, levantado entre 1691 y 1695 con el patrocinio de la Casa de Alba, luce el estilo sobrio y los cánones propios de las construcciones de esta orden: líneas austeras, luminosidad, paredes blancas… Fue el primer templo en el mundo dedicado a san Juan de la Cruz, compañero de fatigas de santa Teresa en su labor reformadora.
09- PLAZA MAYOR. A ella se asoman edificios de diferentes momentos históricos que van desde el siglo XII al XX, con especial relevancia de los edificios de aires modernistas que hacen corro en torno a la fuente y que fueron levantados aquí a finales del siglo XIX en un momento en el que la burguesía más pudiente busca destacar tanto por la ubicación de sus viviendas, en pleno centro, como por el uso de los nuevos materiales como el hierro y el cristal. Las palmeras que adornan la plaza fueron traídas desde Elda (Alicante) en 1927.
10- PARQUE DE EL ESPOLÓN. Este rincón, algo escondido a los ojos del turista pero muy frecuentado por los vecinos, ocupa el lugar del alcázar medieval. Ofrece unas magníficas vistas del Tormes y alrededores.
11 – SANTIAGO. Este templo aparece ya mencionado en un fuero de 1140. Destaca su torre medieval, conocida como la del Reloj, y el ábside de estilo románico-mudéjar.
12- CONVENTO DE SANTA ISABEL. En la iglesia conventual destaca la hermosa capilla funeraria de estilo renacentista fundada por don Juan Gaytán. Merece atención también un Cristo crucificado del siglo XIII, la bóveda estrellada de la capilla mayor y los artesonados de la nave y el coro. En el magnífico claustro del siglo XVI no faltan los escudos de la Casa de Alba, protectora de este y otros conventos albenses.
13- EL CASTILLO DE LOS DUQUES DE ALBA. Se alza en la parte más elevada de la población, sobre una base rocosa con amplias vistas sobre el valle del Tormes. Precisamente, las vistas que se tienen desde lo alto de la torre del homenaje de la fortaleza que levantó Gutierre Álvarez de Toledo al recibir la localidad de manos del Juan II son uno de los principales alicientes de la visita a este emblemático monumento albense. Otro, es descubrir los espléndidos frescos renacentistas que adornan su sala de la Armería, una de las pocas muestras de este estilo que pueden verse en España. Fueron pintados por Cristóbal Passin y su hermano Juan Bautista entre 1567 y 1571. Junto al torreón, y dentro del recinto defensivo, se localiza la Oficina de Turismo (Tel. 923 37 06 46. Web: villaalbadetormes.com).
14- MUSEO DEL PADRE BELDA. La rehabilitada iglesia ducal del convento de San Jerónimo, a las afueras de Alba, acoge este interesante museo con una amplia selección de piezas arqueológicas, etnográficas y geológicas recopiladas por este religioso (Web: museoarqueologicopadrebelda.es. Tel. 923 30 01 35).
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