UN PASEO POR EL CANAL DE CASTILLA VALLISOLETANO

Barco Antonio de Ulloa. Cerca de Medina de Rioseco. Canal de Castilla. Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego.
Barco Antonio de Ulloa. Cerca de Medina de Rioseco. Canal de Castilla. Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego.
El Canal de Castilla es una fascinante obra de ingeniería que atraviesa de norte a sur las provincias de Palencia y Burgos para terminar dividiéndose en dos brazos que finalizan en la de Valladolid. Este paseo recorre la parte última del ramal que muere en Medina de Rioseco (Valladolid). Son los 8 kilómetros que median entre la dársena de Medina, un auténtico puerto en el que las mercancías cambiaban de medio de transporte, y la séptima esclusa de este ramal. Recuerda que reservar tus alojamientos a través de Siempre de Paso me ayuda a generar contenido gratuito para que lo disfrutes.
Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO

En principio fue solo un sueño: encontrar una forma rápida, eficaz y moderna de comunicar el interior de la meseta castellana con el mar. Después fue un reto: trazar un camino de agua a pico y pala por el que los marineros de Castilla echaran a navegar sus barcos cargados de harina, trigo o pasajeros. Y ahora es, entre otras cosas, la excusa perfecta para emprender una aventura a pie, a caballo o en bicicleta: las sirgas del Canal de Castilla, caminos por los que circulaban los animales encargados de tirar de las barcazas para acelerar sus desplazamientos, discurren por el interior de un rico entorno natural, sin desniveles apreciables y comunicando localidades grandes y pequeñas donde no faltan el contacto con la historia y cosas que ver. Todo ello disfrutando de los restos de una ingeniería hidráulica pionera en su momento: presas, azudes, esclusas, retenciones, puentes y acueductos, dársenas… En este paseo proponemos recorrer los 8 kilómetros que median entre la dársena de Medina de Rioseco y la séptima esclusa del Ramal de Campos, el mismo trayecto que realiza, navegando, el barco «Antonio de Ulloa».

Barco Juan de Homar en la dársena en la séptima esclusa del Ramal de Campos del Canal de Castilla en otoño. Tierra de Campos. Provincia de Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Barco Juan de Homar en la dársena en la séptima esclusa del Ramal de Campos del Canal de Castilla en otoño. Tierra de Campos. Provincia de Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

Si te animas a visitar esta zona para disfrutar de pueblos y naturaleza, reserva ya aquí.

El sueño de conseguir romper el aislamiento en el que dormía la Castilla más profunda a través de la navegación de sus ríos se remonta hasta el tiempo de Felipe II. Sin embargo, no será hasta el siglo XVIII, el Siglo de las Luces, cuando los recursos técnicos y la tenacidad de sus principales impulsores lo hagan, por fin, posible. Siguiendo la estela abierta por los ingenieros hidráulicos que en otros países europeos habían trazado ya eficaces vías de comunicación mediante canales, en 1753, a instancias de Fernando VI y el Marqués de la Ensenada,  el capitán de navío Antonio de Ulloa redacta el Proyecto general de canales de navegación y riego para los reinos de Castilla y León.

La concreción de aquel sueño dejó sobre el mapa una obra faraónica, 207 kilómetros de canal navegable dividido en tres ramales: el Norte, que une las localidades de Alar del Rey, donde el canal se carga con las aguas del Pisuerga, con el paraje de Calahorra de Ribas; el de Campos, entre Calahorra de Ribas y Medina de Rioseco; y el Sur, que nace en el paraje de El Serrón, cerca de Grijota (Palencia) hasta Valladolid.

El barco Antonio de Ulloa navega hasta la séptima esclusa del Ramal de Campos del Canal de Castilla en otoño. Camino de Santiago desde Madrid. Provincia de Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

EL PASEO  

El paseo presenta numerosos alicientes. Además de poder disfrutar del entorno natural que arropa el discurrir tranquilo del canal existe la posibilidad de completar el viaje realizando, por ejemplo, uno de los viajes que realiza el barco Antonio de Ulloa precisamente en ese mismo trayecto. O visitar la interesante fábrica de harinas de San Antonio, que se asoma a la dársena y mantiene prácticamente intacta la maquinaria con la que se transformaba el trigo en harina en los siglos XIX y XX. Por no mencionar el importante y abultado legado artístico y arquitectónico que atesora Medina de Rioseco.

Cencellada y niebla en el Canal de Castilla, cerca de Medina de Rioseco. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego.
Cencellada y niebla en el Canal de Castilla, cerca de Medina de Rioseco. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego.

Las dos sirgas que orillan el canal entre Medina de Rioseco y la séptima esclusa de este ramal de Campos están en perfectas condiciones, son anchas y despejadas y gozan del privilegio de una densa fronda chopera que estimula al ciclista o al paseante. Si se arranca el viaje por la vega izquierda del canal no se tarda en entrever el aliviadero de aguas en el lugar donde se ubicó un viejo astillero. Medio kilómetro aguas arriba la sencilla estructura del acueducto-alcantarilla de la Fuente del Berro pasa casi desapercibida, abrumada por la feraz maleza.

Poco después se alcanza el llamado puente de Villalón que aguanta la carretera que une Rioseco y Tamariz. Un pequeño alto merece, siempre aguas arriba, el arranque del canal de Macías Picavea, vena que da de beber a los campos de varios pueblos del entorno. Se realizó a mediados del siglo XX y tiene 28 kilómetros de largo. Antes de llegar a la séptima esclusa pueden curiosearse, si se va con ojo atento, cuatro pequeños acueductos más y dos puentes.

Uno de los atractivos de llegar hasta este esclusa es ver, si se coincide con la llegada de un barco, el funcionamiento de las esclusas, pensadas para ayudar a las embarcaciones a salvar el desnivel entre unos tramos y otros. Continuando unos 500 metros por la sirga arriba, en dirección hacia la sexta esclusa, se alcanza el acueducto del río Sequillo, de nuevo una obra memorable que hace posible el cruce de aguas. El regreso es «obligado» hacerlo por la sirga opuesta.

Y bien antes o después, otra de las paradas obligadas es el recorrido por el interior de la fábrica de harinas San Antonio, en un costado de la dársena riosecana. El funcionamiento del canal impulsó un gran número de grandes y pequeños ingenios que utilizaban la fuerza de las aguas para funcionar. Entre ellas están las fábricas de harina. La visita a la fábrica de San Antonio, que mantiene en su interior mucha de la maquinaria del siglo XIX, ilustra acerca de este complejo proceso de transformación.

Centro de Recepción de Viajeros. Dársena de Medina de Rioseco. Canal de Castilla. Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego.
Centro de Recepción de Viajeros. Dársena de Medina de Rioseco. Canal de Castilla. Valladolid. Castilla y León. España © Javier Prieto Gallego.

FICHA TÉCNICA. Tipo de recorrido: Lineal. Señalización: Sendero de Gran Recorrido GR 89 – Canal de Castilla. Inicio: El paseo arranca de la dársena del Canal de Castilla en Medina de Rioseco. Longitud: 8 km. Duración: 1,5 horas. Tipo de camino: Caminos. Desnivel: 8 m. Dificultad: Fácil. Se puede hacer con niños. Cómo llegar: Medina de Rioseco se alcanza en 40 km desde Valladolid por la N-601 hacia León. Época recomendable: El otoño presenta una visión espectacular del canal cuando los chopos comienzan a cambiar el color de sus hojas. Observaciones: Esta ruta es perfectamente realizable también en bicicleta. Si se dispone de tiempo, merece la pena prolongar el paseo un kilómetro más hasta la sexta esclusa. Más información: Centro de Recepción de viajeros en la dársena del Canal de Castilla, tel. 983 70 19 23.  Emergencias: Tel. 112.

Recorrido a pie por el Canal de Castilla vallisoletano.

FAUNA Y FLORA. El canal es un auténtico oasis que sirve de refugio a una variada comunidad faunística, especialmente de aves. En total se han inventariado 234 especies de flora y  276 especies de vertebrados. Destacan por su importancia las aves ligadas a ambientes palustres. Y de ellas, dos especies como son el avetoro (Botaurus stellaris) y el carricerín cejudo (Acrocephalus paludicola). Otras especies de interés especial son la nutria (Lutra lutra), garza imperial (Ardea purpurea) o aguilucho lagunero (Circus aeruginosus).

MEDINA DE RIOSECO. Medina, la del río Sequillo, ha recopilado y exhibe con orgullo una importante colección de tallas, de piezas y de pasos procesionales, dignos de la más meticulosa visita. Entre sus templos destaca, Santa María Mediavilla. Es casi una catedral. Flanqueada por una magnífica torre barroca, la iglesia comenzó a edificarse a finales del XV. En su interior, la capilla de los Benavente, que incluye un retablo de Juan de Juni, ha sido calificada como «Capilla Sixtina del arte castellano». Los otros tres grandes templos de esta histórica localidad son la iglesia de Santiago, trazada por Gil de Hontañón, que cuenta con un gran retablo mayor de estilo barroco; la iglesia de Santa Cruz, que acoge el Museo de la Imaginería de la Semana Santa de Medina de Rioseco, y la del convento de San Francisco, que acoge en su interior un interesante museo de arte sacro con numerosas piezas y retablos de interés. En este edificio, una iglesia de estilo gótico, destacan de manera especial la cúpula estrellada del cimborrio, las tribunas en yeso de los hermanos Corral de Villalpando, los retablos en piedra de Miguel de Espinosa  o el retablo mayor de Fray Jacinto de Sierra (XVIII). La visita a la localidad quedaría incompleta sin alcanzar alguna de las tres puertas que aún quedan de sus murallas: la del Ajújar; la de Zamora; y la de San Sebastián. La Oficina de Turismo se halla ubicada en el centro de recepción de visitantes del Museo de San Francisco, tel. 983 72 03 19.

Capilla de los Benavente realizada en 1544. Santa María de Mediavilla. Medina de Rioseco. Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego
Capilla de los Benavente realizada en 1544. Santa María de Mediavilla. Medina de Rioseco. Valladolid. Castilla y León. España. © Javier Prieto Gallego

More from Javier Prieto Gallego
QUÉ VER EN UN PASEO POR TORO (Zamora)
Toro se asoma al Duero desde un balcón de privilegio justo en...
Read More
Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *