Azulejos, puentes rotos y un museo de asombros en la localidad extremeña de Olivenza
Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
El carácter movedizo de fronteras como la que comparten España y Portugal hace que se den situaciones tan paradójicas como la de Olivenza, localidad cercana a la capital de Badajoz que, sumados los tiempos discontinuos en los que ha pertenecido a uno u otro país, es mucho más portuguesa que española. Contando en siglos y sin escarbar en el terreno de los sentimientos. De hecho su personalidad se halla tan marcada por su carácter fronterizo como que su corazón de piedra y monumentos se esconde tras la ciudadela que mandó levantar el rey de Portugal Don Dinis en el año 1300, tras hacerse con la plaza en el Tratado de Alcañices firmado un año antes con el rey de Castilla. Había sido fundada por Templarios portugueses en el siglo XIII y el momento de mayores esplendores vividos en Olivenza llegaron de la mano del rey portugués Manuel I, a comienzos del siglo XVI. Tras cinco siglos, casi en su totalidad del lado de Portugal, en 1801 la Guerra de las Naranjas puso a Olivenza del lado español por el mero hecho de que quedaba en la orilla de acá del Guadiana.
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Hoy por hoy Olivenza es el principal foco de arte portugués en España, un cofrecito en el que el arte manuelino deslumbra con una fuerza sin igual en cualquier otro lugar de España.
La espaciosa plaza de Santa María es el epicentro de la ciudadela levantada por el rey Don Dinis. En uno de los laterales de esa plaza se alza el castillo, levantado en 1334 por el rey Alfonso IV y la contundente torre del homenaje que el rey Juan de Portugal añadió en 1488. Junto a esta una puerta pequeñita da acceso a la llamada Panadería del Rey, edificio del siglo XVIII en el que se halla el impresionante Museo Etnográfico González Santana. El interés de su visita va mucho más allá del número de piezas que atesora, cerca de 7.000, y la variedad de ámbitos que cubre. La puesta en escena ideada para exponer los objetos de la vida cotidiana de los siglos XIX y primera mitad del XX en el contexto en el que han sido utilizados, hace inolvidable la visita de sus 26 salas, llenas de pequeños detalles y con mucho encanto, de tal manera que se presenta como uno de los mejores en su género en toda España. Sin duda, merece la pena dedicarle tiempo suficiente para degustarlo en su justa medida. También exhibe piezas arqueológicas y su visita permite recorrer parte del castillo y acceder a las almenas de la torre del homenajedesde donde se contempla una magnífica panorámica de la ciudad.
En esa misma plaza se alza la iglesia de Santa María del Castillo, comenzada en 1584. Su altar se adorna con un retablo barroco orlado con azulejos. Destaca también la decoración de la capilla del lado del Evangelio. El cercano Hospital o Casa de Misericordia es otro rincón hermoso al que merece la pena llegarse, sobre todo por ver la capilla de esta institución, fundada para acoger pobres y que hoy continúa funcionando como residencia de ancianos. Su hermosa decoración de azulejos realizada en 1723 puede verse por las mañanas.
A dos pasos de ella, el palacio de los Duques de Cadaval, sede del Ayuntamiento, ostenta la bella portada de estilo gótico-manuelino, de principios del XVI, que se ha convertido en emblema de la localidad. Algo más allá queda la iglesia de la Magdalena, también de estilo manuelino, Su construcción responde a la necesidad de dignificar el lugar donde residían los obispos de Ceuta. La portada del templo está realizada en mármol y el interior cuenta también con buena azulejería y originales columnas torsas. A las afuerasqueda la puerta del Calvario, parte de la fortificación abaluartada, construida en el siglo XVII durante las Guerras de Restauración. De las tres que poseía la muralla sólo se conserva ésta, la más monumental, orientada hacia Portugal.
Un rincón muy interesante a 11 kilómetros de Olivenza, en la carretera hacia la localidad portuguesa de Elvas, es el que protagoniza el puente de Ajuda. Fue construido a principios del siglo XVI y destruido en tantas en ocasiones que ya nadie pensó en levantarlo tras la última y definitiva en 1709, durante la Guerra de Sucesión española.
EN MARCHA. A Olivenza puede llegarse desde Badajoz por la EX-107 en 26 kilómetros.
MUSEO ETNOGRÁFICO GONZÁLEZ SANTANA. Es el museo etnográfico más importante de Extremadura y el tercero de esta comunidad en número de visitantes, más de 50.000 al año. Fue inaugurado en 1991 y se distingue tanto por el número de piezas que reúne como por la escenografía escogida para exhibirlas, de tal manera que aparecen agrupadas por ámbitos de utilización y a su vez formando parte de escenarios en los que se recrea hasta el último detalle con piezas originales.
MUSEO PAPERCRAFT. Esta colección de carácter particular reúne cerca de 700 piezas realizadas con la técnica 3D en papel. En sus estanterías se descubre una impresionante colección de personajes -muchos de ellos bien conocidos por los más pequeños- y monumentos de distintos lugares. Disfrutar de la exquisita realización de la piezas presentadas y contemplar la variedad de los efectos que se consiguen son dos de las razones por las que este museo se ha convertido en uno de los más populares de la provincia de Badajoz.
INFORMACIÓN. www.ayuntamientodeolivenza.com.
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