UN ALMANAQUE DE LUJO
El claustro de Santa María la Real de Nieva repasa en sus capiteles todas las estaciones del año
© Texto y fotografías: JAVIER PRIETO GALLEGO
Ni Pirellis ni zaragozanos: para calendario con vocación de perpetuidad, los macizos capiteles del claustro del monasterio segoviano de Santa María la Real de Nieva.
Aunque si bien es cierto que las labores que atañen el quehacer del hombre moderno tiene poco o nada que ver con las que entretenían el discurrir vital del hombre del siglo XV, recorrer con pausa los capiteles del claustro del monasterio segoviano de Santa María la Real de Nieva, ayuda a la inevitable reflexión que envuelve a las almas sensibles cuando se aproxima el fin de año: los meses vividos, qué rápido se pasa el tiempo, el ciclo de la vida, parece que fue ayer…
El paseante tranquilo puede disfrutar de las más de trescientas representaciones iconográficas plasmadas sobre los 87 capiteles que se reparten a lo largo de las cuatro galerías del claustro gótico. Adosado al costado sur de la iglesia y realizado a principios del siglo XV, rompió en su momento con la clausura que practicaban benedictinos y cistercienses para abrirse sin tapujos a la curiosidad y reverencia del pueblo llano, que podía entrar en él con libertad para participar de las ceremonias religiosas. O para ver si era ya tiempo de caza o de cosecha, según el calendario claustral.
Esta apertura al pueblo impulsada por los Dominicos que regían este monasterio real fue decisiva para que también el pueblo apareciera reflejado, en carne y alma, sobre los capiteles del claustro, espacio de privilegio reservado hasta ese momento para representaciones artísticas o, como mucho, para plasmar lecciones divinas.
El claustro de Santa María es como un hermoso desfile armado con escenas de la vida cotidiana, mayoritariamente, en aquel tiempo, de temperamento agrícola. Pero no sólo. No falta tampoco una referencia al quehacer de la nobleza, con sus idas y venidas entre la guerra y la caza, o del clero, ocupado con liturgias y predicaciones.
Si el acceso al claustro se hace a través de la portería, conviene realizar el paseo en el sentido de las agujas del reloj, comenzando por la galería de la izquierda, la del ala este. Es la zona dedicada al calendario agrícola. Por ahí, en el capitel 14, un joven lleva en la mano una navaja: es marzo y toca podar; al lado, otro joven cortesano comienza, a caballo, sus cabalgadas y cacerías de primavera. En el capitel 13, hoja en piedra del mes de mayo, un hombre practica cetrería mientras otro, guadaña al hombro, va camino de cortar las primeras mieses. Por aquí y por allí, según la época o momento, aparecen campesinos segando trigo, desgranando cereales, arando con bueyes o disfrutando el mosto de la vendimia. En otro tiempo, este claustro contó con un segundo piso, 39 arcos sobre columnas toscanas, realizado en el siglo XVI, pero fue desmontado a mediados del siglo pasado.
La iglesia de Santa María es bastante anterior al monasterio. Dicen los cronistas que fue levantada, sobre todo, por el empeño de Catalina de Lancaster, reina de Castilla, esposa de Enrique III, creyente tenaz del hecho milagroso acaecido aquí en 1392, cuando la Virgen se apareció al pastor Pedro Amador en mitad de un pizarral muy cercano a la aldea de Nieva para pedirle que fuera a avisar al Obispo de que una imagen suya estaba allí escondida. Dos veces tuvo que ir el pastor al palacio episcopal, la segunda con una pizarra inexplicablemente pegada a la mano, para que el obispo acudiera a recuperar a la enterrada Virgen de la Soterraña. La cueva donde apareció es hoy una cripta abierta en mitad de la nave central del templo.
EN MARCHA. Santa María la Real de Nieva se encuentra hacia el oeste de la provincia de Segovia, desde cuya capital se accede, en 33 kilómetros, por la N-605.
QUÉ VER. Además del claustro, al que se accede directamente desde el exterior, la iglesia de Santa María tiene indudable interés artístico. En el lado norte se abre la espléndida portada de estilo gótico flamígero. Sus diferentes arquivoltas enmarcan una escena del Juicio Final. Un asunto polémico, con encendidos argumentos a favor y en contra, es si los restos que se localizan en el interior del templo pertenecen o no a la reina Blanca I de Navarra, fallecida el 1 de abril de 1441 cuando se encontraba reunida con las reinas de Portugal y Castilla. También merece la pena acercarse hasta la plaza de toros, en la salida hacia Nieva.
INFORMACIÓN. Web: www.santamariadenieva.com.
Le animo, Sr. Prieto Gallego, a documentarse respecto a los restos mortales de la reina medieval Blanca I de Navarra, que efectivamente murió en Santa Maria , porque constituye craso error exponer que están en el arcosolio de la iglesia. Entérese, por internet mismo, que el ADN mitocondrial dio mentís a que tal monumento funerario contenga sus restos, ello con fecha 9 de septiembre de 2008. Desde entonces han de apearse del error en que cayeron los de la tierra segoviana, pero no se apean del burro. Yo lucho contra este mixtificar la Historia, y tan disparatadamente que no acatan la referida prueba científica. Puede ver en mi blog mi artículo actual y el que le seguirá -además de otros sobre este tema-, este hecho, que cae de plano en el ridículo, clama al cielo. / Mi blog aparece pasando a consignar mi nombre y apellidos en Santa María la Real de Nieva. (No vivo allí. Si tentengo contacto y vinculacion, como también puede comprobar en mi blog, esto último en un escrito reciente).
Saludos.
Tomo nota. Saludos.