Salamanca, a golpe de móvil
© Texto, fotografías y vídeo: JAVIER PRIETO GALLEGOOtra evidencia de que los tiempos cambian que es una barbaridad es que cada vez resulta más frecuente que sea el teléfono móvil quien guíe los pasos del «forastero 2.0». Si antes, al aterrizar en un destino con ganas de conocerlo a fondo, lo suyo era correr a la oficina de turismo en busca de un plano y un folleto con los que ponerse en situación, ya es cada vez más normal ir con el folleto «bajado» e impreso de casa. Ahora, para aquellos a los que los folletos les saben a poco y las visitas guiadas forman parte de su menú turístico habitual existe una opción en alza: enfocar con el teléfono sobre un código QR, conectar por Internet y adentrarse por los vericuetos de una ciudad totalmente desconocida atendiendo las explicaciones de una audioguía. Es decir, de los archivos de audio que van poniendo al tanto de lo que el viajero, que va de aquí para allá a su ritmo, tiene delante. Y aunque no es lo mismo que hacerlo acompañado de un guía experto al que poder preguntar y pedir recomendaciones tiene, a cambio, sus ventajas.
Por ejemplo, que uno puede hacerse una ruta «audioguiada» a la hora y al ritmo que quiera. De un tirón o por partes, haciendo paradas para comer, reponer fuerzas o comprar. Dependiendo del destino, las visitas guiadas por guías profesionales acostumbran a partir de un lugar -normalmente la oficina de turismo-, a una hora determinada. Casi siempre lo normal es que se pida un número mínimo de participantes para que la visita se realice. Por eso en ocasiones es preciso apuntarse con antelación. Y, además, suelen tener un precio. Ahora, el forastero que llega tarde a esa cita o en un momento distinto del día tiene, allí donde se ofrece, la opción de hacerse los recorridos por su cuenta. Y gratis. Los requisitos: teléfono móvil con conexión a Internet y una batería que aguante el tirón. Todo depende del circuito a recorrer.
Y así nos hemos visto esta semana el cogollo monumental de Salamanca. Hace un año que esta ciudad decidió colgar en Internet las audioguías en castellano, inglés y francés que desgranan los pormenores de sus monumentos más representativos. Los que quien llega por primera vez a Salamanca no debería perderse. Desde luego, hay muchas cosas que quedan fuera, pero quien sigue el recorrido sugerido por la audioguía se vuelve a casa con una visión bastante completa de este destino Patrimonio de la Humanidad. Desde entonces acá esas audioguías se han descargado 13.522 veces.
Pero lo primero es lo primero. Y lo primero, y más recomendable, sigue siendo comenzar la visita en la Oficina del Turismo. Por muy cibernético que uno sea nunca está de más escuchar las sugerencias de los expertos. Además, sirve para aclarar algunas dudas. En este caso, nos explican que las audioguías recorren el cogollo monumental de la ciudad contándonos lo mismo que nos diría un guía de sus principales monumentos. Pero hacer la visita en profundidad exige, por ejemplo, visitar también por dentro aquellos monumentos que lo permiten y los museos. Las audioguías te llevan hasta la puerta pero disfrutar en profundidad de estos exige, además de pagar la entrada, dedicarles tiempo y atender a sus propias visitas guiadas si las tienen. Si le vamos a dedicar el tiempo y las ganas suficientes resulta muy ventajoso comprarse una «Salamanca Card«, una tarjeta turística con la que acceder a casi todos los museos y monumentos de Salamanca. Tienen una validez limitada en el tiempo. La de 24 horas cuesta 19 euros y la de 48 horas 23. Además, ofrece descuentos en numerosos bares, tiendas, hoteles y restaurantes.
También nos aclaran que las audioguías desgranan 26 rincones de Salamanca, ordenados de manera que el turista pueda recorrerlos de forma consecutiva pero que para ir de uno a otro lo mejor es echar un vistazo al plano. Tranquilos, si no queremos llevarlo en papel podemos descargar uno en pdf junto a los archivos sonoros de las audioguías.
Ya, pero ¿cómo funciona? Lo primero es tener instalada en el móvil una aplicación – son gratuitas- para leer códigos QR -que es un código de barras especial-. Así convertimos el teléfono en un lector BIDI. Una vez instalada – se puede descargar e instalar en ese instante- basta abrirla y hacer una foto al código QR. Después de hecha, se abre el navegador de Internet y quedan a la vista los archivos sonoros que conforman la audioguía. Si no se tiene a mano el código QR para hacerle una foto -hay uno gigante en el escaparate de la Oficina de Turismo- basta con teclear en el navegador www.audioguiasalamanca.es. Todo mucho más sencillo de hacer que de explicar. Una vez en la página de la audioguía los archivos sonoros, numerados del 1 al 27, se pueden ir pinchando en el orden que uno quiera y se escuchan como cualquier otro archivo multimedia. Osea, es posible parar y repetir en cada parada hasta aprenderse la lección de memoria.
Y una recomendación: unos pequeños cascos permiten escuchar mejor las explicaciones y dejan las manos libres para sujetar el plano o hacer fotos, por ejemplo. Por supuesto, tener el cargador preparado puede evitar quedarse con la explicación a medias.
Entonces, en marcha. En esta ocasión la Oficina de Turismo se encuentra en el punto de partida: la plaza Mayor, cuadrilátero maravilloso en el que arranca el itinerario. Hartos de tener en el centro de su ciudad un espacio deslavazado y cochambroso los salmantinos encargaron a Alberto de Churriguera, en 1728, un proyecto de plaza Mayor que estuviera a la altura de la ciudad. Las dificultades de expropiación y el enfrentamiento del arquitecto con el cabildo provocó que las obras no finalizaran hasta 27 años después. Lo cuenta el archivo número 2 de la audioguía. También dice que el solar mide 4.408 metros cuadrados, que tiene 88 arcos de medio punto y que sus famosos medallones se reservan para mostrar las efigies de reyes y hombres ilustres. Entre otros muchos asuntos de interés. Como la antañona costumbre de que las mujeres debían pasear por la plaza en sentido contrario al de los hombres «para poder verse de frente».
Acabado el audio, nosotros el sentido que tomamos es el de la Rúa Mayor. Allí toca detenerse ante la fachada de la Casa de las Conchas -concretamente 373 adornan su fachada, dice la guía, colocadas «a tres bolillo»-. Eso es lo anecdótico. La esencia es que estamos ante un atípico palacio señorial, con mezcla de estilos arquitectónicos y decorativos, que evidencia el poder la familia nobiliaria que lo levantó en el siglo XV, los Arias Maldonado. Hoy acoge la Biblioteca Municipal y la visita a su patio interior es obligada.
Como también lo es subir hasta cielo. Hay una escalera a propósito para ello en el edificio de enfrente: «Scala Coeli«, la singular escalera que recorre el interior de una de las torres de la Clerecía hasta llevarte a lo más alto (3,75 €). La vista de Salamanca merece el sofocón y, además, sirve para adentrarse en el conocimiento de otro de los hitos monumentales de la ciudad, el colegio de la Real Compañía de Jesús.
Camino de la catedral el alto es inevitable ante la fachada de la Universidad. Como también parece serlo buscar allí la rana plantada en la calavera -«símbolo y aviso del pecado», dice la guía. Y como parece inevitable, conviene hacerlo cuanto antes para aprovechar el resto del tiempo admirando las filigranas de una fachada excepcional. Para respirar aires de añejo ambiente universitario, adentro aguardan las aulas de Fray Luis de León, Unamuno, la capilla y el paraninfo (10 €). Y al fondo, el patio de Escuelas Menores, en uno de cuyos espacios se localiza otro cielo, «el Cielo de Salamanca», un mural del siglo XV con la representación del cosmos.
Desde aquí la audioguía propone paradas en el Palacio de Anaya, ante la fachada y el interior de la catedral Nueva e invita a un alto en la catedral Vieja. Pecado de los gordos sería conformarse solo con un vistazo al exterior: «Ieronimus» es el espectacular recorrido por el interior de las torres medievales de la catedral que culmina, de nuevo, con la contemplación desde lo alto del perfil de la ciudad (3,75€).
Camino del puente romano queda el Centro de Interpretación del Patrimonio Arquitectónico y Urbano de la ciudad. Y aún propone paradas en El Crucero, la Casa Lis, el Patio Chico, el Huerto de Calixto y Melibea, la Cueva de Salamanca, el Convento de San Esteban y el Palacio de la Salina. O sea un «atracón».
Aunque bueno, si falta resuello, batería, duelen los pies o se echa el tiempo encima siempre es posible dejar algo para otro día.
INFORMACIÓN. Oficina de Turismo. Plaza Mayor 32. Tel. 923 21 83 42.
Web: www.salamanca.es/es.
AUDIOGUÍAS. Se consiguen fotografiando el correspondiente código QR. Eestá en el escaparate de la Oficina de Turismo y diversos folletos. También en Internet: www.audioguiasalamanca.es.
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Salamanca, posiblemente la ciudad más bella del mundo.